Los vecinos de Mendaro han demostrado que el viento y la lluvia con la que ha comenzado la mañana del sábado tienen poco de hacer frente a las ganas de disfrutar de su feria más querida, la Kontzesio Azoka

Los pronósticos que alertaban de un puente adverso en lo climatológico se han cumplido y los paraguas han sido compañeros inseparables de los que se ha dado cita este sábado en Mendaro.

Venta de paraguas

Ha habido momentos en los que parecía que la climatología iba a dar una tregua, pero pronto ha vuelto la lluvia, para alegría de los puestos de venta de paraguas, que no han faltado a la feria, y es probable que hayan hecho su agosto en este mes de diciembre que acaba de comenzar.

Afortunadamente, la feria de Mendaro no carece de espacios cubiertos. El frontón acogió los puestos de venta de frutas, verduras, queso y otros deliciosos productos, lo que permitió a los clientes realizar sus compras ajenos a la lluvia del exterior.

La exhibición de bailes vascos se ha llevado a cabo bajo la protección de la carpa instalada en la plaza. Aitor Zabala

Bailes y concurso en la carpa

La carpa instalada la Herriko Plaza dio cobertura también a los eventos que tuvieron como marco a ese escenario. Entre ellos estuvo la exhibición de danzas vascas que protagonizaron los entusiastas miembros de Mendaroko Gazteak.

Por su parte, los aficionados a la sidra pudieron degustar sin problemas los productos de las seis sidrerías que participaron en el concurso de la Kontsezio Azoka. El trasiego de gente para degustar la sidra de unos puestos a otros fue constante, así como las valoraciones del vaso que acababan de vaciar para determinar quién iba a ser el ganador. Al final, aquellos que optaron por la sidra de la sidrería Urdaira se ganaron el derecho a presumir de su capacidad de cata ante sus amigos, por que fue el producto que elabora por Txomin Lizaso el que se hizo con el premio.

Con un poco de humor y un buen paraguas ha bastado para hacer frente a la lluvia que caído en Mendaro. Aitor Zabala

Sorteo y concurso del queso

La Kontsezio Azoka ofrece la posibilidad de participar en un sorteo a aquellos que hacen sus compras en los puestos de la feria. Este año no ha sido una excepción y la agraciada ha sido Ainara Epelde.

Otro de los atractivos de mercado es un particular concurso que tiene como objeto acertar o acercarse lo más posible al peso de un queso de Mausitxa expuesto en la feria. Al final, quien mostró mejor tino fue Eneko Bolumburu, quien con su estimación de 1,263 kilos se quedó a tan solo un gramo del peso de la pieza, que dio en báscula 1,264 kilos.