Ahora sí que sí. El magnífico órgano Stoltz-Frères de la parroquia de San Pedro de Bergara sonará con todo su esplendor el 8 de diciembre; fecha que se ha marcado en rojo en el calendario: ese día este histórico instrumento será bendecido e inaugurado, después de haberse sometido en los últimos años a una concienzuda restauración que le ha devuelto toda la capacidad y sonoridad que hacen de esta pieza una auténtica joya en la categoría de órganos románticos del siglo XIX.
La ceremonia y el concierto organizados para el segundo domingo del próximo mes abrirán una nueva etapa en la que el Stoltz-Fréres volverá a asumir el papel central de 'alma sonora' del templo bergarés.
Como ha recordado este jueves el organista titular de San Pedro, Aitor Olea, dieciséis años han tenido que pasar para que el órgano recobre su salud. En 2008 ya empezó a dar muestras de los achaques propios del paso del tiempo. Unos años más tarde la parroquia fue rehabilitada, pero su instrumentó quedó fuera de esta actuación, hasta que en 2014, sus férreos defensores y defensoras se agruparon bajo el paraguas de Bergarako Stoltz-Frères Organoaren Lagunen Elkartea, que con gran empeño ha liderado una iniciativa que ha unido fuerzas con otros agentes, permitiendo rejuvenecer a este extraordinario elemento del patrimonio musical y cultural de Bergara.
“Ha sido un trabajo en auzolan”, destaca el miembro de la citada asociación, Iñigo Alberdi. Y una muestra de ello ha sido la presentación que este jueves ha tenido lugar en el salón de plenos del consistorio, en la que se han reunido distintos representantes de los colectivos, empresas e instituciones que han contribuido a restaurar el Stoltz-Frères.
Una charla, misa, bendición y concierto
Los actos programados para el estreno arrancarán el 5 de diciembre con una charla en Seminarixoa (20.00 horas), en la que el público podrá conocer todos los detalles de la intervención que se ha llevado a cabo, de la mano del maestro organero Michel Jurine, que ha dirigido las labores de recuperación del instrumento, y de la empresa Artez que ha restaurado el armazón de madera donde se aloja el órgano.
Tres días más tarde, el 8, la celebración comenzará con el volteo de campanas a cargo de los miembros de la escuela aretxabaletarra de campaneros de Arientza (Arientzako Kanpai-Joleen Eskola), a las 11.30 horas. Después se oficiará la misa (12.30), al compás del órgano y el coro parroquial bajo la batuta de Rosa Narbaiza y, a continuación, el Vicario General del Obispado de Donostia, Mikel Aranguren, bendecirá el instrumento.
Por la tarde, a las 18.00, el organista y presidente de Stoltz-Frères Organoaren Lagunen Elkartea, Aitor Olea, interpretará un concierto con obras de Camille Saint-Saëns, Johann Sebastian Bach, Gabriel Pierné, Jesús Guridi, Eugène Gigout, Louis Vierne y Franz Liszt. Una exhibición de todo el potencial musical que ofrece el órgano bergarés.
En marzo de 2022 esta joya musical, artística y de ingeniería viajó hasta Rontalon (Francia) para ponerse en manos del experto Michel Jurine y su equipo. Dos años después, este pasado abril, el instrumento regresaba a casa para afrontar la recta final de su puesta a punto. Montar, armonizar y afinar cada una de sus piezas. El ejemplar consta de 2.343 tubos (93 son decorativos). “Nos encontramos en la fase final de la armonización”, ha explicado Adrien Parret, integrante del equipo de Jurine, que también ha recalcado que se va a volver a disfrutar de un “órgano que transmite”.
“Somos conscientes de su valor desde el punto de vista del patrimonio, la cultura, la música, y también de la historia. En todo ese proceso de restauración hemos conocido muchos detalles del instrumento”, señala la edil de Cultura, Maite Usabiaga.
Un poco de historia
El Stoltz-Frères se fabricó en París con la donación de Martina Maiz (1820-1891), viuda de Julián de Blanc, fundador de Algodonera de San Antonio. Abonó a los organeros los 36.500 francos que costó en tres plazos. Para entonces, la parroquia de San Pedro ya había contado con otros cuatro instrumentos de aire, siendo este último, la única pieza de estas dimensiones de la casa matriz que hoy por hoy conserva la configuración más próxima a la original.
Más de 500.000 euros para su restauración
Su delicado estado de salud obligó al Stoltz-Frères a dejar de prestar algunas de sus funciones musicales y tomarse un descanso (no ha podido acoger, por ejemplo, el Ciclo Internacional de Órgano Romántico). Ha sido largo el camino recorrido para lograr el apoyo institucional necesario que ha desembocado en esta reparación integral, que ha costado 468.000 euros: 234.000 euros aporta la Diputación Foral de Gipuzkoa; otros 80.000 la propia parroquia; el Ayuntamiento ayuda con 60.000 euros; 40.000 son los reunidos por la Asociación de Amigos; y la Diócesis de San Sebastián colabora con 54.000 euros, más otros 46.000 de la recuperación de la caja o mueble que alberga en sus tres alturas el complejo engranaje sonoro.
El Stoltz-Frères tuvo su puesto de largo el 18 de marzo de 1889. 135 años después vuelve a renacer. A demostrar que sigue vivo.