El Ayuntamiento de Arrasate rendirá homenaje este próximo domingo a Emilia Larrea Sáez de Adana cuando se cumplen 46 años desde que una bala perdida de la Guardia Civil acabara con su vida. El reconocimiento a esta víctima se enmarca dentro del proceso iniciado en 2016 por la Mesa de la Convivencia que integran todos los grupos políticos representados en el Consistorio, para la recuperación de la memoria de las vulneraciones de Derechos Humanos y la violencia de motivación política vivida en el municipio entre 1936 y 2018.

El acto tendrá como telón de fondo el Día de la Memoria, que se conmemora el 10 de noviembre, y se llevará a cabo en el salón de plenos del ayuntamiento a partir de las 11.00 horas.

Cuartel de Aretxabaleta y tiroteo

Emilia Sáez de Adana, natural de Eskoriatza, vivía con su marido y tres hijos en el caserío Larrea de Arrasate. El 15 de noviembre de 1978 se encontraba a las puertas de su vivienda junto a su hijo Jesús María Murgiondo, su vecina Crescencia Vidaurreta y la hija de esta. Ese día miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA) ametrallaron el cuartel de la Guardia Civil de Aretxabaleta. Varios agentes vestidos de paisano les siguieron hasta Arrasate, donde les dispararon. En el tiroteo murieron dos de los terroristas y un tercero quedó herido de gravedad, así como dos transeúntes.

Varios guardias civiles de Arrasate se personaron en el lugar sin reconocer a los agentes no uniformados y dispararon, con el fatal desenlace de que una bala atravesó el cuello de Emilia Larrea causándole la muerte en el acto. Tenía 52 años

Dar continuidad a lo acordado

“Hemos querido dar continuidad a los pasos acordados en años anteriores para reconocer y recordar a las víctimas vinculadas a Arrasate. El Consistorio, gracias al trabajo en común y al consenso entre las cuatro formaciones políticas, homenajeará a Emilia Larrea, víctima de vulneraciones de Derechos Humanos derivadas de la violencia de motivación política”, ha manifestado este martes la edil Jasone Giraldo (EH Bildu), que ha comparecido ante los medios acompañada de Eva Abuin (Elkarrekin), Agurne Juldain (PNV) y Aritz Murua (PSE-EE).

Isaías Carrasco, primer homenajeado en 2018

La iniciativa de “reparación de todas las víctimas” arrancó en 2018 con el homenaje al exconcejal socialista Isaías Carrasco, que ETA mató en 2008. En 2020 se rindió tributo a Iñaki Etxabe y Germán Agirre, que murieron a manos de elementos parapoliciales en octubre de 1975. En 2021 se recordó a tres víctimas de la sublevación franquista que en 1936 desencadenó la Guerra Civil: el edil socialista Jesús Uranga; el tesorero del Ayuntamiento Agustín Aranburu, y el sereno Gregorio González. En 2022 fue el turno de Agurtzane Arregi Letamendi, asesinada en 1978 en un atentado que reivindicó la organización de extrema derecha Triple A, y en 2023 se reconoció a Intxorta 1937 Kultur Elkartea.

El libro publicado en 2018 'Hacia una memoria compartida. 1956-2018 Arrasate-Mondragón' recoge la siguiente información sobre Emilia Larrea:

"Emilia Larrea Sáez de Adana tenía 52 años de edad. Natural de Eskoriatza, vivía en el caserío Larrea de Arrasate y era madre de tres hijos, trabajaba en casa y en el caserío, donde vendía huevos y verduras de la huerta a la gente. El 15 de noviembre de 1978 se encontraba sentada a la entrada del caserío, junto a uno de sus hijos, Jesús Murgiondo, y una vecina, Crescencia Vidaurreta, que se había acercado de visita con su hija. Ese día, por la tarde, miembros de los CAA ametrallaron el cuartel de la Guardia Civil de Aretxabaleta y unos agentes de paisano los siguieron hasta Arrasate, donde les dispararon y mataron a dos de ellos, hiriendo a un tercero y a dos transeúntes. A los tres minutos se personaron guardias civiles de Arrasate, que no reconocieron a los agentes sin uniforme y les dispararon. Las balas no les alcanzaron, pero una de ellas impactó en el cuello de Emilia Larrea, que falleció, y otra bala penetró en un muslo de Crescencia Vidaurreta. Pasados unos días, dos guardias civiles se acercaron al caserío a pedir perdón por lo ocurrido. El viudo salió llorando y les pidió que, por favor, se fueran. Los hechos quedaron impunes. La familia intentó ser reconocida como víctima del terrorismo con la Ley de Víctimas del Terrorismo, pero el Ministerio del Interior lo denegó. Tanto Emilia Larrea como Crescencia Vidaurreta han sido reconocidas como víctimas por la Comisión de Valoración del Gobierno Vasco, en el marco del Decreto 107/2012, de 12 de junio".