La casa de cultura de Legazpi no es el Guggenheim, pero la exposición que ha montado la asociación Burdinola ha provocado que varias personas hayan hecho cientos de kilómetros para estar presentes en el acto de inauguración. Han venido de Suiza y Madrid. Son descendientes de familiares de Ignacio Agirre Montegi, el primer fotógrafo de Legazpi. Sus fotografías estarán expuestas hasta el día 22 de noviembre, de lunes a viernes de 17.00 a 20.00 horas.
Agirre nació en Madrid en 1861. A su madre, Carmen Montegi, la bautizaron en la iglesia de Santa María de Donostia. El padre, Miguel Ignacio Agirre, era legazpiarra, nacido en el caserío Igeraldegarakoa. El padre del fotógrafo emigró a Cuba, ya que el caserío natal quedó en manos de su hermano mayor. Tras enriquecerse en Cuba, conoció a la que sería su esposa. Después de casarse con ella, volvieron de Cuba a Europa y se instalaron en Madrid. Tuvieron cuatro hijos: Severiana, Ignacio, Mari Carmen y Constanza. El padre del fotógrafo le compró a su hermano José Ignacio la casa Iturraundi de Legazpi en el año 1877. Hoy en día ese edificio es conocido como la casa de Correos.
Agirre tuvo una vida cómoda desde pequeño, gracias a la fortuna que hizo su padre en América. Pasaba largas temporadas en Legazpi, y veraneaba en la costa, en Deba. En un pueblo de menos de 1.500 habitantes como Legazpi, no pasaba desapercibido. Le llamaban Don Ignacio el madrileño. Los que lo conocieron lo describían como un señor elegante, con cierto aire inglés, alto, educado y sabio. Le gustaban los niños, y les ofrecía caramelos de la tienda La Pajarita de Madrid. Los más pequeños, le pusieron un apodo: Caramelos. Dominaba perfectamente el francés, pero sólo hablaba algunas palabras en euskera, idioma que utilizaba para dirigirse a los niños.
Ignacio trabajó de joven en Burdeos y se cree que fue allí donde conoció la técnica fotográfica. No llegó a casarse, al igual que sus hermanas Severiana y Carmen, y convivió con ésta última en Madrid hasta 1916, año en que murió Carmen. Ese mismo año se instaló en Legazpi, donde vivió durante 18 años, hasta el comienzo de la guerra del 36. Entonces se instaló en Donostia, en casa de su sobrina Julia, hasta el final de la guerra. Murió soltero en Madrid, con 81 años.
En muchas de las fotografías aparecen los hijos de su hermana Constanza. Su sobrino predilecto, Álvaro, heredó la casa de Legazpi, que alquiló en 1946 para convertirse en estafeta de Correos. Durante sus estancias en Legazpi vivió sin trabajar y atendido por tres sirvientas. Sus aficiones eran la lectura y la naturaleza. Le gustaban el paseo y el monte, tal y como muestran algunas de sus fotografías, en las cuales se ven imágenes de los alrededores de Aizkorri y Katabera, Urbia, San Miguel de Aralar... Era un hombre solitario, pero se relacionaba también con el empresario Patricio Etxeberria y con sus parientes del caserío Igeralde. En una fotografía aparece Patricio Elorza, dueño de la papelera de Legazpi.
Sus fotografías
Atravesó media España antes de la guerra del 36 y recogió imágenes de varias ciudades europeas antes de las dos guerras. Fotografió gente en las calles, niños, monumentos, paisajes, atardeceres y curiosidades como el eclipse de 1900.
La mayor parte de las fotografías estaban en la casa de Iturraundi. Cuando el edificio fue renovado (1990-1991), los legazpiarras José Luis Ugarte y Batis Otaegi recuperaron de allí la mayor parte de las placas de cristal. Otra serie de placas y el visor que utilizaba Agirre para contemplar las imágenes estereoscópicas las conservan en Legazpi los familares de la que fuera su sirvienta.
En 1999, Esteban Alzelai escribió una biografía sobre Agirre que se publicó en el libro Brinkola gogoan. En 2005 Burdinola editó un calendario con fotografías. Fue aquel año cuando el fotógrafo Gorka Salmerón, comisario de la exposición, comenzó a catalogar y a digitalizar el archivo. Ese mismo año presentó una comunicación en Photomuseum de Zarautz. En 2006 terminó el trabajo de catalogación y digitalización del fondo y Burdinola hizo 83 copias que se expusieron en Photomuseum. Esta exposición se pudo contemplar también en Legazpi. A finales de 2023, la madrileña Julia García Mora, descendiente de parientes de Agirre Montegi, contactó con Salmerón, facilitando nuevas fotografías. El fondo consta en este momento de casi 600 fotografías. A comienzos de este año el Ayuntamiento de Legazpi buzoneó en las casas del pueblo un calendario con fotografías de Agirre, coloreadas por el fotógrafo Gorka Gómez. Poco mas tarde, en enero, Salmerón dio una charla. Ahora ha querido dar otro paso más organizando esta exposición.