Ni la lluvia ni las tormentas han podido detener a los danzaris que desde ayer viernes y durante toda la madrugada de este sábado, así como durante el día, han bailado en la plaza Bideluze de Beasain para cumplir con el reto que se habían puesto entre manos el grupo de danzas Ostadar, 24 horas bailando sin parar. Todo esto para conmemorar su 40ª aniversario.
La noche ha sido larga y lluviosa, pero eso no ha impedido que en todo momento hubiera danzaris moviendo el cuerpo, resguardados en el teatro Usurbe que se encuentra en la misma plaza. Para lograr cumplir el objetivo, han contado con voluntarios que se les han unido en diferentes turnos, así como el apoyo de grupos de danzas llegados de diferentes puntos de Euskal Herria.
La figura de Maurizia Aldeiturriaga, la música vizcaína conocida por su poderosa voz y su forma de tocar el pandero, también estuvo presente en este singular acto que tuvo un recuerdo hacia su figura por el 120º aniversario de su nacimiento.