Marta Ruiz Larrañaga (Beasain, 2002) ha emergido como una prometedora diseñadora de moda. Recientemente, presentó su primera colección, denominada Txindoki, en su localidad natal. El evento fue un éxito rotundo, y es que el desfile no tuvo nada que envidiar a los de París, Milán o Nueva York. Pero detrás de todo este éxito hay un gran trabajo, acompañado de una gran dosis de ilusión y apoyo.
A los 12 años, Marta empezó a tomar clases de costura con Sonia Santacreu después de descubrir su interés por este mundo a través de un programa de televisión. Así, comenzó a desarrollar su talento, aunque siempre como un pasatiempo. Pero llegó el momento de decidir qué estudios universitarios cursar, y tras mantener todas las opciones abiertas con el bachillerato tecnológico, optó por estudiar Diseño de Moda en Santander. De esta manera, se embarcó en una nueva experiencia de cuatro años, que recientemente ha finalizado.
Durante su formación, Marta ha tenido la oportunidad de explorar la moda en diferentes países. En su segundo año de carrera, vivió en Milán durante cuatro meses, donde se impregnó de la elegancia italiana. En el tercer año, pasó otros cuatro meses en Seúl, donde experimentó la extravagante moda de Corea del Sur. Cabe destacar que otra de las grandes pasiones de esta joven beasaindarra es conocer mundo, por lo que ha exprimido al máximo todas estas oportunidades.
‘Txindoki’
Durante este año, Marta ha dedicado todo su tiempo y esfuerzo a crear su colección como parte de su proyecto de fin de grado. Desde cero, ha desarrollado diseños inspirados en sus raíces, combinando tradición con modernidad. Sus prendas están fuertemente influenciadas por el paisaje montañoso y verde de la comarca de Goierri, razón por la cual tituló su colección Txindoki.
El resultado final fue expuesto en el Palacio de Igartza hace apenas unas semanas. La exitosa presentación marcó el punto culminante del extenso y meticuloso proceso que Marta ha llevado a cabo durante todos estos meses. Desde una exhaustiva investigación, hasta la elaboración de bocetos y la confección de las prendas; han sido numerosos los pasos que ha completado para presentar las 21 piezas que conforman la colección.
Pero todo este trabajo ha sido premiado, ya que su universidad le ha otorgado el galardón al mejor proyecto de su promoción.
Un desfile familiar
Marta contó con el apoyo de familiares y amigos en la organización del desfile. Ella misma destaca, muy agradecida, la suerte que ha tenido. Su hermana Mónica desfiló como modelo, su hermano Ander presentó el evento y sus padres, junto con otros familiares cercanos, participaron activamente para que todo saliera perfecto. Además, el resto de las modelos fueron amigas suyas. Un amigo se encargó del maquillaje y otro se ocupó de la iluminación. Asimismo, contó con un amplio equipo de fotógrafos.
Los habitantes de Beasain también se volcaron con Marta, mostrándole su apoyo en su debut, llenando por completo el Palacio de Igartza. El Ayuntamiento de Beasain también le brindó su respaldo; de hecho, la alcaldesa, Leire Artola, y la concejala de Juventud, Olatz Arrese, no faltaron a la cita.
Redes sociales
Además de sus estudios en Diseño de Moda, Marta ha completado simultáneamente el máster en Gestión de Marcas de Lujo y Comunicación de Moda. Este máster le ha proporcionado las herramientas necesarias para organizar desfiles profesionales, como el de Beasain, que incluyó invitaciones y un photocall. También ha conocido la importancia de las redes sociales en esta industria. Así, en su cuenta de Instagram, @marta.ruizl, comparte sus creaciones y experiencias como diseñadora de moda. Asimismo, quien desee una prenda diseñada y confeccionada por Marta Ruiz puede ponerse en contacto con ella a través de esta red social.
Presente y futuro
Marta aspira a seguir creciendo tanto personal como profesionalmente. Por ello, se plantea explorar nuevas oportunidades en el extranjero y, tal vez, crear su propia marca.