Durante el año 2023, Cáritas brindó asistencia a 1.500 personas en riesgo de pobreza o exclusión social en Goierri; es decir, ayudó a alrededor de 620 familias de la comarca. Para ello, realizó una inversión económica de 54 mil euros y contó con el apoyo de 97 voluntarios, según explicó Ainhoa Etxabe, responsable de Cáritas en Goierri.
El 86% de las personas beneficiarias de la ayuda prestada por Cáritas en la comarca fueron migrantes, la mayoría procedentes de Latinoamérica y de los países del Magreb. Además, más de la mitad fueron mujeres y aproximadamente un tercio fueron menores de edad.
Situación irregular
El 21% de las personas que Cáritas atendió están en situación irregular, lo que representa casi un tercio de los beneficiarios, según explicó Etxabe. Subrayó además que la falta de empadronamiento conlleva diversas complicaciones: “El padrón es fundamental para ser reconocido como ciudadano ante la administración. Sin estar empadronado surgen dificultades para inscribir a tus hijos en la escuela, acceder a servicios de salud y recibir cualquier tipo de ayuda pública. El empadronamiento es de vital importancia”.
La vivienda, el principal problema
Sin embargo, el principal desafío al que se enfrenta la entidad es la vivienda. De hecho, Cáritas de Goierri destinó la mayor parte de su presupuesto a ayudar en el alquiler y mantenimiento de viviendas.
Cabe destacar que el 68% de las personas beneficiarias de la ayuda prestada por Cáritas están empadronadas pero no cuentan con contrato de alquiler. “Todos tenemos derecho a contar con un contrato si alquilamos una habitación o piso”, declaró Etxabe. Y es que no tener un contrato de alquiler también puede acarrear dificultades o problemas. Asimismo, la responsable de Cáritas de Goierri mencionó que estas personas enfrentan muchas dificultades para acceder a viviendas en alquiler, especialmente a aquellas con condiciones dignas.
Proyectos de inclusión
Durante el año pasado, Cáritas de Goierri implementó varios proyectos, como talleres ocupacionales, que buscan que las personas en riesgo de exclusión adquieran habilidades básicas y actitudes para integrarse social y laboralmente. Por ejemplo, en Zaldibia se llevó a cabo el taller Ehunkide de confección textil, el cual ha estado en funcionamiento durante años y ha permitido que muchas mujeres obtengan un certificado de profesionalidad. Además, continuó operando la huerta ecológica Lazkao Baratza, donde participaron 20 personas, de las cuales cuatro lograron insertarse en el sector agrario.
También se impartieron clases de castellano y euskera, con una participación mayoritaria de mujeres.
Asimismo, los roperos de Beasain y Ordizia siguieron operativos, proporcionando ayuda a personas necesitadas en toda la comarca. Después de un proceso de selección, las prendas en buen estado se distribuyen a las familias sin recursos. Según Ainhoa Etxabe, los goierritarras participan activamente en esta labor donando ropa.
Agradecimiento a los voluntarios
“Todo esto no sería posible sin la labor de los voluntarios”, reconoce Etxabe. Durante el año 20203, Cáritas contó en Gipuzkoa con 815 voluntarios, 97 de ellos en Goierri. “Es un dato muy bueno”, aseguró. También agradeció a las personas anónimas y empresas que ayudaron económicamente a la entidad, y por ende a las personas necesitadas.
Quienes deseen aportar su granito de arena pueden hacerlo convirtiéndose en voluntarios. “Toda ayuda siempre es bienvenida”, afirmó la responsable de Goierri. La única condición es ser mayor de edad. Para más información, se pueden contactar con Cáritas escribiendo a voluntarioak@caritasgi.org.