Las viejas paredes del frontón de Kalegoen, construido en el año 1863, recuperaron toda la esencia de su tradición pelotazale al convertirse en el escenario de la jornada final del LXXV Torneo de Pelota de la Cuenca del Deba la soleada mañana del pasado domingo.

Parejas de Eibar, Soraluze y Bergara pugnaron por calarse la txapela de campeones en las finales de las categorías cadete, juvenil y senior de las que constaba el programa. Los primeros en saltar a la cancha fueron la pareja cadete de Bergara formada por Etxabe y Etxeberria y la de Eibar KE, compuesta por Varona y Azpilikueta, decantándose la victoria final del lado de los primeros por 22-16.

A continuación llegó el turno de la final de la categoría juvenil. El partido puso en liza a Otazu y Alberdi, que llegaron a este choque defendiendo los colores de Bergara, y a Amuategi y Caramanzana, representantes de Soraluze. Los cuatro protagonizaron una final que se resolvió con claridad del lado de los pelotaris soraluzetarras, tal y como acredita el 9-22 favorable a Amuategi y Caramanzana que campeaba en el marcador al final del choque.

Soraluze, txapeldun

El cierre de la edición número 75 del Torneo de Pelota de la Cuenca del Deba llegó con la final de la categoría sénior. La pareja de Soraluze compuesta por Atxotegi y Balerdi se mostró claramente superior a los eibartarras Ibarra y Agirresarobe, logrando una incontestable victoria por 22-7, que puso el broche de oro al gran nivel mostrado por los pelotaris de Soraluze a lo largo de este veterano campeonato.

Homenaje a Txurruka

La jornada final del campeonato sirvió de marco también al homenaje que se le rindió a uno de los pelotaris que han hecho historia en el Torneo de Pelota de la Cuenca del Deba, el elgoibartarra Sabino Txurruka. El pelotari de Sallobente-San Lorenzo puede presumir de haber logrado la friolera de diez txapelas y, además, de haberlo hecho con un margen de casi un cuarto de siglo desde que logró la primera en 1957, hasta que se hizo con la última en 1979.

Su primer título del torneo de la cuenca del Deba llegó en el año 1957 formando pareja con Alonso, con el que logró también las txapelas de 1958, 1962, 1963 y 1964. En 1965 logró un nuevo título formando pareja con Leiaristi, a los que se le sumaron cuatro títulos más años después con Mendikute (1972, 1973 y 1974) y Odria (1979) como parejas.