Desde 1924 hasta 1953, los empresarios Patricio Echeverría y Patricio Elorza y sus descendientes construyeron magníficos palacetes en Legazpi. Uno de ellos es noticia estos días, pues en su puerta han colgado el cartel de Se vende. Se trata de la casa construida por Román Echeverría, hijo de Patricio, en 1953.

Para preguntar por ella, hay que ponerse en contacto con la inmobiliaria Barnes. Esta agencia tiene oficinas en 20 países y se dedica a la venta de propiedades de lujo: castillos, mansiones, propiedades rurales, viñedos, propiedades hípicas, reservas de caza, yates...

El palacete de Legazpi tiene su sitio en la web de la agencia, pero hay que buscarlo entre la treintena de propiedades que Barnes ofrece en Donostia. Lo presentan como “oportunidad en el corazón de Legazpi” y piden 860.000 euros por él.

Información muy completa

Ofrecen información muy completa, junto con 20 fotografías. “Interesante oportunidad de inversión en el centro del pueblo de Legazpi. Con una generosa parcela de 2.390 metros cuadrados y una impresionante superficie de 1.120 metros construidos y 857,08 útiles.

La vivienda, a pesar de encontrarse para reformar, proporciona una base sólida para aquellos que buscan diseñar y personalizar cada rincón de su futura residencia. Distribuida en cuatro espaciosas plantas, actualmente consta de siete habitaciones y cinco baños. La finca está situada en el corazón de este encantador pueblo, estratégicamente ubicado en el pintoresco valle del río Oria (sic), un lugar conocido por su atractivo ambiente rural, su entorno montañoso y su rica historia industrial”.

Luis Astiazarán

Les falta añadir que la casa es obra del arquitecto Luis Astiazarán, el artífice de la mayoría de los palacetes de Legazpi. Este arquitecto nació en Madrid en 1898 y falleció en Donostia en 1969. Sus padres eran guipuzcoanos y al terminar la carrera, en 1923, se instaló en Antzuola. En Legazpi, además de proyectar casas residenciales, viviendas y fábricas, trabajó para el Ayuntamiento.