Antaño era costumbre enviar postales a los seres queridos, pero esta práctica está en desuso. Hoy en día podemos llamar por teléfono, hacer videollamadas o enviar mensajes de WhatsApp con fotografías del lugar en el que estamos o imágenes encontradas en Internet, emoticonos o GIFs para felicitarles o mostrarles dónde estamos de vacaciones. Pero la vieja tradición seguirá viva mientras a Agustín Zubeldia le queden fuerzas. Este legazpiarra envía postales a todos sus familiares y amigos en Navidades y en sus días de cumpleaños. Calcula que habrá enviado más de 10.000.

Zubeldia tiene anotados en su agenda los días de cumpleaños de más de 200 personas y a todas ellas les manda una postal, tanto los días de sus cumpleaños como en Navidades. Comenzó con esa costumbre hace unos 40 años.

Pero es que, además, las postales son originales y personalizadas. Y tiene apuntado qué postal ha enviado a cada persona, para no repetir postal. Le gusta mucho viajar y aprovecha sus viajes para comprar postales. El año pasado viajó en tren desde Legazpi hasta Helsinki.

También ha estado en Japón y en India. Pero el continente que más ha visitado es América, pues tiene familiares y amigos allí. Además, todos los otoños viaja a Londres para comprar postales de cara a las Navidades. Dice que es la mejor ciudad para comprar postales, mucho mejor que París. “Londres es el paraíso de las postales. Todos los años voy a Londres a comprar postales para Navidad. Suelo ir en octubre. París no está tan bien para comprar postales de Navidad”, comenta.

200 rotuladores

Una vez ha elegido qué postal va a enviar al familiar o amigo en cuestión, adorna la postal con adhesivos (letras, números y otros elementos decorativos). Y tiene más de 200 rotuladores para escribir y hacer dibujos en sus postales. Además, elige sellos especiales. “A la gente le hace ilusión recibir postales. Siempre estoy felicitando a la gente. A muchos les envío postales, pero también felicito a otros muchos por WhatsApp o Facebook”, concluye.