Recientemente, el alcalde de Lezo, Mikel Arruti, y el concejal Iker Salaberria se reunireron con Maria Ubarretxena, diputada foral de Infraestructuras, y Mikel Uribetxebarria, director de Planificación y Explotación, para analizar la posibilidad de mejorar el estado y seguridad de las carreteras de Lezo.

Reunión

En dicha reunión, los representantes municipales expresaron su preocupación por los accidentes ocurridos en las carreteras de Lezo en un corto lapso de tiempo, con un saldo de cuatro fallecidos entre los meses de diciembre y enero.

Según comunicaron desde el Consistorio, la conversación se centró en las tres carreteras consideradas como puntos negros o problemáticos: la carretera GI-636, que va desde la parte exterior del municipio hacia Gaintxurizketa, la carretera GI-2638 que va desde Elias Salaberria hacia Gaintxurizketa, que soporta un intenso tráfico pesado, y la carretera GI-3440, que conduce a San Juan, y que divide la población en dos mitades.

Ayuntamiento de Lezo. N.G

Mejorar las vías

En todos los casos se plantearon y analizaron las diferentes posibilidades de salida del tráfico pesado de estas carreteras, su fluidez y su ralentización.

Aunque en la reunión no se consensuaron medidas concretas, se manifestó el compromiso de seguir manteniendo contactos para analizar algunas de las propuestas realizadas y buscar posibles soluciones.

Los últimos meses en las carreteras de Lezo han sido trágicos, en especial en la GI-636. En diciembre dos jóvenes de 20 y 22 años murieron en una colisión frontal y otro hombre falleció tras chocar contra un camión. La última víctima mortal se registró en enero.