El Amaia antzokia se someterá a una rehabilitación integral. Así lo comunicó ayer la alcaldesa, Maider Morras, tras dar cuenta de las conclusiones del informe que ha evaluado el nivel de desperfectos que presenta el teatro arrasatearra, y que cifra en 2.674.425 euros la reforma de las instalaciones en términos técnicos. A esta cantidad habrá que sumarle el resto de intervenciones de carácter estético y de sustitución de equipos. El Ayuntamiento licitará este año la redacción del proyecto que concretará las actuaciones que se llevarán a cabo, la inversión total a la que tendrán que hacer frente las arcas locales, el plazo de las obras (arrancarán en 2025), y el tiempo en el que el equipamiento cultural permanecerá cerrado para recuperar su esplendor.

A los problemas de humedad y goteras se le añaden una larga lista de servicios e instalaciones obsoletas que piden a gritos una renovación. “El techo del hall se derrumbó el pasado septiembre debido al deterioro de las infraestructuras y a la falta de mantenimiento de los últimos años. Aunque en un principio los técnicos del Consistorio elaboraron un informe para la apertura del teatro, desde el Gobierno municipal solicitamos un análisis externo para conocer el estado del edificio y del equipamiento, que determina que la reforma del Amaia es necesaria”, precisó Morras.

Según el chequeo realizado, uno de los daños más evidentes está en el hall. “Además de labores de insonorización, en este espacio debe hacerse una sectorización para la prevención de incendios adaptada a la normativa actual”, detalló la edil de Urbanismo, Garazi Etxeberria, que también puso el foco en el sistema de climatización, que “hay que cambiarlo”. “El informe baraja dos posibles escenarios: renovar la actual caldera de gas o implantar la aerotermia, esta última más sostenible; económicamente entre ambas opciones hay poca diferencia”, señaló Etxeberria. En la estructura del edificio se plantea intervenir en la cubierta, cerrar algunos huecos existentes en la fachada y limpiar el canalón.

En la sala principal, por su parte, la actuación más significativa pasa por eliminar las humedades que han aflorado en una de las paredes. Se prevé, de este modo, la colocación de diversos elementos entre el muro de contención trasero del inmueble y los paneles de madera que revisten la pared para garantizar un adecuado drenaje e impermeabilización (evitando filtraciones), así como un correcto aislamiento térmico.

El estudio propone, por otro lado, renovar la iluminación, la moqueta que cubre el suelo y el patio de butacas, mejorando la accesibilidad a la grada trasera. En el escenario se contempla reforzar el suelo y revisar la maquinaría escénica para, entre otras cosas, dotar al Amaia de un sistema motorizado de elevación de equipos.

Se ha identificado, a su vez, la necesidad de hacer más accesibles los aseos, junto con otra serie de mejoras en instalaciones, como los camerinos de las actrices y actores y la sala de proyecciones. Todas estas intervenciones técnicas traerán consigo una inversión estimada en más de 2,6 millones de euros, tal y como se recoge en el informe encargado por el Ayuntamiento. Un desembolso económico, en cualquier caso, que se presume mucho mayor para una obra que apuesta por la “reforma integral” del teatro cerrajero, más allá de parcheos puntuales que no resuelvan el deterioro que acusa el equipamiento.

Así, la redacción del proyecto para rehabilitar el Amaia antzokia se licitará este año (los presupuestos reservan a este cometido una partida de 300.000 euros), y se espera que esté listo para “principios de 2025”. Las obras comenzarían “en el segundo semestre del próximo año”, según los cálculos del Gobierno municipal.

Reubicación durante el cierre

El concejal Andoni Arratibel informó de que, de forma paralela, se va a trazar un mapa de infraestructuras culturales para “organizar cómo cubrir el vacío que va a suponer el cierre del teatro durante aproximadamente un año, llevando su programación a otros equipamientos o a la calle”, indicó. Hasta que comience el lifting del Amaia antzokia, el aforo continuará reducido a 400 espectadores como medida de seguridad.