Igualdad de trato y no discriminación; derecho a la desigualdad y respeto, e interacción positiva son los tres principios sobre los que pivota el II Plan de Convivencia y Diversidad, que la Corporación municipal de Arrasate aprobó por unanimidad en el Pleno celebrado el martes. Un total de 24 acciones recogidas en 16 líneas de trabajo dan soporte y contenido a “un plan ambicioso”, tal y como lo definieron ayer las ediles Jasone Giraldo y Eva Abuin.

“El primer documento se basaba en la diversidad cultural y la convivencia intercultural. El hecho de haber estado trabajando estos últimos años con distintas asociaciones y agentes, y la necesidad de identificar y responder a las prioridades y lagunas detectadas en el marco del proceso de reflexión realizado en 2023, nos ha llevado a entender la diversidad de una manera más amplia, y también a que los colectivos reconozcan sus derechos y reafirmen su singularidad en cuanto a dimensiones como la etnia, la cultura, la lengua, la religión, la ideología, la discapacidad o el género”, manifestó Giraldo.

Esta actualizada herramienta marcará la dirección a seguir durante “los próximos tres años”. “Todas las acciones tienen una planificación propia: definen a quién van dirigidas, su objetivo, concretan la responsabilidad política y técnica, indican el nivel de prioridad y los criterios que evaluarán su grado de cumplimiento”, precisó el responsable técnico del área de Servicios Sociales, Iñigo Garitano. El plan, entendido como una “propuesta abierta” sujeta a mejoras y adaptaciones, requerirá de recursos humanos y profesionales que el Consistorio arrasatearra canalizará a través de la correspondiente contratación.