Es todo un reto. Muy ilusionante. Las y los alumnos de Aretxabaleta Lanbide Eskola (ALE) se han embarcado en un proyecto que tiende puentes con Senegal. El prototipo que hace cuatro años se creó entre las cuatro paredes del centro formativo, fruto de una iniciativa emprendedora, servirá de modelo para alumbrar tres sillas de ruedas eléctricas adaptadas a las necesidades de adolescentes senegaleses con discapacidad que viven en Mbam, un pueblo de 7.000 habitantes perteneciente a la comarca de Fatick, donde trabaja desde 2019 Yaakar Elkartea.

Aimar Sasigain e Irati Gallardo forman parte del alumnado que se ha volcado en esta aventura. “Vamos a mejorar el prototipo; le faltan elementos que incorporaremos para fabricar tres vehículos con un diseño personalizado que responda a las necesidades de sus tres usuarios”, detallaron acerca del proyecto que los ciclos de Electrónica, Carrocería y Enfermería concluirán para fin de curso.

ALE aprovechó la jornada de ayer para sacar a la Herriko plaza su actividad, además de para recoger donativos voluntarios a través de distintas iniciativas abiertas a la ciudadanía. El dinero recaudado se entregará a la asociación aretxabaletarra Yaakar, con la que ya han colaborado en otras ocasiones. “Con esta ayuda enviaremos material escolar y respaldaremos los proyectos que tenemos con las mujeres”, relataban Aminata Sene y Amalia Ormaetxea, integrantes de la ONG aretxabaletarra, que entre las acciones cooperativas que promueve en el país africano, también ha puesto el foco en la educación, con el objetivo de impulsar la formación profesional entre la población de Mbam.