Asun Arzuaga es uno de los rostros asociados al teatro en Oñati. Fundadora, directora y actriz del grupo Ikusi Makusi, es también la autora de las obras que la compañía que integran personas jubiladas ha llevado a las tablas en sus 18 años de andadura. Pero no solo en las artes escénicas, esta entusiasta, afable y enérgica oñatiarra dirige el taller de punto en el hogar Pake Leku, y participó en la creación en 2005 del coro de voces veteranas Aloña, en cuyas filas ha cantado. Méritos más que suficientes que han distinguido a Asun con el Premio al Voluntariado 2023, que otorga la asociación de jubilados y jubiladas de Oñati.
“Con homenajes como este, ¿cómo voy a tener ganas de retirarme”?, manifestaba Arzuaga el jueves por la tarde, arrancando los aplausos del público que abarrotó la sede social de San Juan kale. “Compromiso, cooperación, activa, que trabaja en beneficio de la comunidad, que aporta ilusión… Estas y otras cualidades caracterizan a una persona voluntaria, y definen a Asun y la labor que desempeña en Pake Leku. Tu compromiso social es impresionante, gracias”, señaló el presidente Antonio Alonso.
Obras de su puño y letra
Se estrenaron en 2005 con la adaptación de la obra Estoy harta de Stella Manaut. Después llegaron otras piezas como Nos vamos de vacaciones, Remendando males de amores, Vivir en Villa Titiritaina..; la mayoría alumbradas por Asun en torno a temas sociales de interés para el colectivo de personas mayores, bajo el prisma del humor.
Visiblemente emocionada, “muy contenta y agradecida”, la homenajeada compartió el reconocimiento con sus “amigas y amigos” de Ikusi Makusi: “Este recorrido no lo he hecho yo sola, conmigo ha estado gente con muy buena voluntad que ha contribuido enormemente a este proyecto. Hemos trabajado con entusiasmo”, contó Arzuaga, tras ser obsequiada con un ramo de flores y un cuadro del oñatiarra Jabier Erostarbe. Dedicó, asimismo, unas bonitas palabras a los integrantes de la compañía que han fallecido, Josefina Martín y Cruz Odriozola, a los que recordó con mucho cariño. “En el teatro he delegado algunas cosas. De los inicios quedamos Rosi, Tere, Ana Mari y yo, pero se ha incorporado un grupo de jóvenes con muchas ganas, que saben cómo trabajar y esto –en alusión a Ikusi Makusi– va a seguir adelante”, se mostró convencida, antes de animar a las personas jubiladas a “no quedarse en casa” y disfrutar de las variadas actividades que ofrece Pake Leku.
Asun tiene 93 años, muy bien llevados por cierto, y seguirá al pie del cañón “mientras la salud me responda”, sentenció.