Las navidades son fechas para el reencuentro de las familias y, en el caso concreto de Elgoibar, también una oportunidad para ver cuáles son las sorpresas que depara el belén que desde hace 43 años vienen montando los entusiastas belenistas de Elgoibar agrupados en Elgojaiotza desde el año 1998. Este año no ha sido una excepción y Elgojaiotza ha vuelto a sorprender a su legión de seguidores con tres figuras nuevas con movimiento, además de con algunos cambios en la estructura del nacimiento. Estas tres figuras son la de un tornero que maneja un torno tradicional accionado con la pierna, un pastor que otea el horizonte en busca de su rebaño y una fuente adornada con una cabeza de león de la que no deja de fluir agua de manera constante. Las tres figuras forman parte de un belén que cuenta con medio centenar de imágenes con movimiento, además de otras muchas figuras estáticas que recrean cómo era Belén en el tiempo en el que nació Jesús: casas, palacios, ríos, una cascada, una pequeña laguna en la que nadan peces de colores, y una recreación muy fidedigna del día y la noche que cautiva a los que acuden a visitar el nacimiento.

La figura del tornero es una de la novedades de este año. 2 f Reportaje y fotografías de Aitor Zabala

La espectacular estructura que es a día de hoy el belén de Elgojaiotza nació como una modesta instalación de 10 m2 situada en el ala izquierda de la parroquia de San Bartolomé en las navidades de 1980. Detrás de aquel proyecto estaban cuatro elgoibartarras, José Luis Eizaguirre, Francisco Abinzano, Antón Zabaleta y Antonio Barrenetxea. Habían visto el belén que se montaba en Azpeitia y pensaron que sería una buena idea reeditarlo en Elgoibar. Presentaron la propuesta al párroco Carlos Aguirre, que les dio su visto bueno, y comenzaron a trabajar en su montaje con más voluntad que medios. Pese a todo, aquel primer belén se presentó en publico el 22 de diciembre 1980, y la acogida que tuvo fue tan positiva que se animaron a seguir adelante y presentar a los elgoibartarras un proyecto más ambicioso y mejorado el año siguiente.

Ese espíritu de mejora es el que les llevó a incorporar las primeras figuras con movimiento en el belén que presentaron en 1981. “En la película Rey de reyes vimos un grupo de hombres haciendo girar un molino para sacar agua. Le comentamos a Jerónimo Aranbarri que estaría bien contar con una figura de ese tipo en el belén. Él no dijo nada, pero de allí a un tiempo se presentó con la figura de un borrico que hacía girar una noria. Había utilizado cubiletes de parchís para recrear los cubos de agua, una bobina de cable eléctrico y el motor de una máquina de coser Sigma para dar movimiento al burro. También construyó un molino que hacía girar sus aspas con un motor eléctrico. Acababa de nacer el belén mecánico de Elgoibar”, recordaba Antón Zabaleta antes de la presentación del belén de este año.

En los años siguientes llegaron nuevas figuras, el aizkolari, los trabajadores de la forja, el operario del fuelle, así como una pequeña lavandera, a la que bautizaron como Pepi. A día de hoy sigue estando presente en el belén y, de hecho, es considerada como la mascota del grupo belenista elgoibartarra.

Este proceso tuvo continuidad en los años siguientes con la incorporación de nuevas imágenes (la alfarera, el panadero, la mujer que sacude la alfombra, los trontzalaris,...) y un nacimiento que no cesaba de crecer en tamaño hasta alcanzar la superficie de 50 m2 que ocupa a día de hoy. Los que quieran visitarlo y conocer de cerca todos y cada uno de sus detalles pueden pasar por la capilla situada en el lado de la parroquia de San Bartolomé que da a Lekueder hasta el próximo 14 de enero (lunes a viernes, de 17.00 a 20.00, y sábados, vísperas de festivos y festivos, de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a 20.00; el 30 de diciembre, día de la feria de Gabon Zahar, de 9.00 a 20.00).