Su debut en solitario fue hace dos años, con 25 años, pero lleva mucho tiempo ligada a la música. ¿Cuál es su primer recuerdo musical?

Yo creo que mi primer recuerdo es cuando dimos unas clases de canto en una actividad extraescolar. Esas clases las impartía Olatz Zugasti. Mi primera experiencia fue ésa porque aparte de ensayar entre semana después nos presentábamos en distintos concursos. Además grabamos un par de discos.

¿Cuándo entra en su vida Benito Lertxundi? Lleva años trabajando con él.

Ésa sería mi segunda experiencia profesional. Comencé a hacer los coros en sus directos y a participar en los discos suyos en 2011, cuando tenía catorce años.

¿Cómo surgió?

En la época de la actividad extraescolar una vez que pasaron unos años la gente fue dejando esas clases de canto y nos quedamos unos pocos. Salió la oportunidad porque Benito quería incorporar otra corista. Me dijeron para hacer la prueba y me cogieron. Al principio sólo participaba en tres canciones y ahora en todo el concierto, que es de dos horas.

¿Qué es Benito Lertxundi para usted?

Siempre digo que Benito y Olatz son mis padres musicales. Comencé con catorce años a trabajar con Benito, mis padres me llevaban en coche a los conciertos, pero al final pasaba mucho tiempo con ellos. Diría que para los dos soy su hija musical también. Todo lo que he aprendido sobre música, porque no tengo estudios musicales, es gracias a ellos. Por ejemplo, me enseñaron las técnicas para cantar con el diafragma y también he aprendido de ellos las costumbres de estar encima del escenario.

¿Cuándo decidió sacar sus propias canciones?

Yo he escrito desde siempre, pero como nunca había aprendido a tocar un instrumento tenía el pensamiento de que no podía crear canciones por ese motivo. Creo que nunca lo he contado, pero hace unos años el grupo Nøgen estaba buscando una cantante. Hice la prueba con ellos y me preguntaron a ver si hacía canciones. Les dije lo que le acabo de comentar y uno de ellos me dijo que sin saber tocar un instrumento también se podían crear canciones. Al final no me cogieron, pero eso me animó mucho y le di muchas vueltas. Creo que esa misma semana pedí un ukelele a mis padres y cogí un teclado pequeño que tenía en casa. Ahí me puse sin saber qué tocar y me salió una canción. Y de ahí en adelante ha salido todo de forma natural.

Hace dos años lanzó una canción debut y un año más tarde, un disco corto de cinco canciones. Ahora, en cambio, acaba de publicar un álbum conceptual de diez canciones. ¿Habrán sido distintos los dos procesos, no?

Sí. La primera canción fue algo suelto para enseñar a todo el mundo. El primer disco fue una recopilación o una colección de canciones sueltas que iba componiendo. Me salieron cinco canciones con estilos diferentes que pedía cada canción en concreto. Pero esta vez es un disco conceptual, por lo tanto la letra tiene un peso enorme. Además, lo primero que hice fue escribir la letra y después fui creando las melodías. En este disco hay más elementos electrónicos que en el anterior. Hay canciones tranquilas y canciones más marchosas. El trabajo de este disco es mucho mayor al ser un disco conceptual, he querido transmitir la pelea interna que tenemos con el ego y la intuición. Las letras son una reflexión de dos o tres años.

Dio un concierto en Aia antes de salir el disco. ¿Por qué?.

La verdad es que preveíamos sacar el disco Aheri para esa fecha y ya estaba atado el concierto. Tocamos las canciones del nuevo disco y eso nos daba un poco de miedo, pero el feedback que tuvimos fue genial.

¿Qué espera de este nuevo disco?

La escucha del disco o de un concierto va a ser como un viaje. Una excursión que cada uno hará al interior de su persona. Con las canciones tranquilas el oyente podrá reflexionar y con las canciones marchosas, que también hacen reflexionar, tendrá la oportunidad de reivindicarse.

¿Con qué músicos defenderá este disco en los conciertos?

Aritz Pardina tocará la guitarra, Ainara Zamakola tocará la batería acústica y la electrónica, tocará los teclados Akaleia y su sustituta será Itxaso Alberdi y en el bajo estará Arantza Igartua y su sustituto será Unai Linazasoro. Siempre le he dado importancia a estar rodeada de mujeres en el escenario. Antes no había referentes, sólo las cantantes, no había muchas instrumentistas. Es verdad que se me ha hecho difícil juntar a tantas mujeres para el proyecto, pero no hay pocas. En el panorama musical de Euskal Herria cada vez somos más mujeres y eso nos enriquece.