La Herriko Plaza será mañana el escenario de Garapenean Bidelagun 2023, una feria en la que distintas asociaciones solidarias mostrarán los proyectos que desarrollan con el objetivo de lograr un mundo mejor. La cita contará con la participación de nueve entidades con las que el Ayuntamiento de Azkoitia colabora de manera directa en diferentes proyectos solidarios: Darahli Elkartea, Lumaltik Herriak, Munduko Begiak, Mundu Solidarioa Helburu, Asociación de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH), Azkoitiko Misio Taldea (Mali), Acoes, Gazteak eta Garapena-Salestar Misioak y Behar Bidasoa.

Algunos de los protagonistas del encuentro de mañana estuvieron presentes en la presentación de la feria que tuvo lugar en el consistorio azkoitiarra. El acto se abrió con la intervención de la concejala de Servicios Sociales, Sonia Vázquez, quien puso el trabajo que llevan a cabo como modelo a seguir por el conjunto de la sociedad. “Tenemos una sociedad cada vez más individualista, en la que cada uno se preocupa de mirar su propio ombligo, y cada vez está más alejada de la solidaridad. Por eso es de reconocer el trabajo de estas entidades, que nos muestran la cruda realidad de distintos rincones del mundo y tratan de ponerle remedio ayudando a los más necesitados”.

A continuación fueron tomando la palabra el resto de los asistentes a la rueda de prensa. La primera en hacerlo fue Miren Rodríguez, de Munduko Begiak, una asociación que lleva 20 años trabajando en la prevención de la ceguera en Mali, Mozambique, Sáhara y Bolivia. El Ayuntamiento de Azkoitia, en concreto, colabora con la labor que lleva a cabo en Mali, un país asolado por la pobreza y los conflictos internos, con miles de desplazados en situación de vulnerabilidad. “Este año su ayuda ha dado pie a la compra de unos dispositivos que se adaptan a los aparatos quirúrgicos y a los microscopios y permiten captar imágenes y difundirlas en tiempo real con gran calidad. Posibilitan que puedan ser analizadas dentro del propio Mali o fuera del país y ayudan a hacer un diagnóstico sobre los pasos a seguir para lograr la recuperación del paciente, así como a formar a personal local y a avanzar en la creación de redes de atención estable formadas por gente de Mali”, indicó Miren Rodríguez.

Dahrali, por su parte, es un agente activo en el apoyo al pueblo saharaui. Su reto es establecer puentes entre Euskal Herria y el Sáhara Occidental, tal y como manifestó la zumaiarra Lourdes Alberdi. “Apoyamos a los campamentos de refugiados de Tinduf, lo que se traduce en la entrega de depósitos de agua y microcréditos. También traemos a niños a Euskal Herria para que disfruten de unas vacaciones lejos del calor y las duras condiciones de vida que tienen allí en verano, y vean que hay otro mundo más allá de los campamentos en los que se ven obligados a vivir. También damos a conocer el conflicto saharaui en Euskal Herria con distintas iniciativas y organizamos viajes para ayudar a los saharauis sobre el terreno con proyectos solidarios”.

Las siguientes en tomar la palabra para presentar el proyecto Gure Nortasuna fueron Isabel Medina, de Activos por un Mundo Solidario, y Mila, de Garagune. Activos por un Mundo Solidario desarrolla su actividad en Diriamba, Nicaragua y, en esta ocasión, ha aunado fuerzas con Garagune, una entidad centrada en el apoyo a las personas con diversidad funcional y a sus familias, para recoger en fotografías tradiciones y costumbres del país centroamericano y de Euskal Herria con el fin de darlas a conocer a los inmigrantes que llegan al País Vasco.

Juan Ignacio Sodupe, de la asociación Gazteak eta Garapena, destacó la apuesta por la formación de los jóvenes que llevan a cabo las Misiones Salesianas en África y América. En su intervención hizo hincapié en los proyectos en los que colaboran el Ayuntamiento y el pueblo de Azkoitia, como los que están materializando con los niños de la calle de Benin Portonovo y República Dominicana, y con las mujeres agricultoras de Ecuador. También destacó los programas para ofrecer formación profesional a los jóvenes del Congo y el plan de acercar los estudios en energías renovables a los jóvenes en Mozambique.

Iñaki Lizaso, miembro de la asociación Behar Bidasoa, puso el foco en el programa para la construcción de viviendas dignas y la canalización de agua en Kabuga (Ruanda) en la que participa el Ayuntamiento de Azkoitia. Cada vivienda tiene un coste de 3.700 euros y las aportaciones de Azkoitia se han traducido en la construcción de 24 viviendas, destinadas en su mayor parte a mujeres solas con responsabilidades familiares. Finalmente, Mari Pura Aranbarri, del Grupo de Misiones de Azkoitia, remarcó que esta entidad tiene focalizada parte de su actividad en el apoyo a Mali través de la ONG Mali Elkartasuna. Además del apoyo del Ayuntamiento de Azkoitia, recordó que esta ayuda tiene como eje la tienda del Comercio Justo que abrirá sus puertas en Portaleburu el 15 y el 23 de diciembre ofreciendo a los azkoitiarras las posibilidad de colaborar en esta labor solidaria.