Pasaia – La pasada semana José Mª Hernández presentó en Pasai San Pedro el libro que recoge la historia de la fanfarre Tirri Tarra. Se trata de una publicación amena y plagada de anécdotas que se puede adquirir al precio de 15 euros en la librería del distrito. El dinero que se recaude lo empleará Tirri Tarra para organizar actividades y eventos en el pueblo.

¿Cómo surgió la idea de escribir el libro ‘Tirri Tarra, recuerdos entre corcheas’?

–Este año Tirri Tarra cumple 50 años y, aunque ya no esté en activo como fanfarre, como asociación sigue funcionando y seguimos tocando de vez en cuando. Entonces, como no había muerto del todo y había un legado, decidimos organizar un aniversario. Dentro de los actos, pensamos que había que elaborar un documento físico que reflejara sus 50 años.

¿Por qué se le pidió a usted la labor de escribirlo?

–Soy miembro de Tirri Tarra y en la comisión me encargaron que lo hiciera porque ya había tenido un acercamiento a la literatura. Había escrito otros libros y sigo escribiendo artículos.

¿Fue complicado resumir un legado de medio siglo?

–Estuve dándole vueltas al enfoque. Tenía claro que no podía ser un documento seriado en el cual sistemáticamente se hiciera un resumen de cada año. Tenía que ser algo más libre, como es Tirri Tarra. Entonces pensamos que lo más adecuado era que se nutriera de los recuerdos de las personas que habían estado en Tirri Tarra. Estas casi 300 personas tienen una percepción de lo que han vivido en la fanfarre. Lo que hemos hecho es recoger parte de esos recuerdos e hilvanarlos con una historia que tenga una cierta gracia. Es la propia Tirri Tarra en primera persona quien cuenta su historia. En el libro se encuentran muchas anécdotas, muchas de ellas muy divertidas y que están pensadas para que la gente sepa qué hacían esos locos que todos los veranos se iban de gira por Europa.

¿En qué contexto nació Tirri Tarra?

–Surgió en los años 70. Tenemos que pensar que 1973 se parece poco a 2023. En 1973 estábamos a finales de una dictadura, las fronteras estaban cerradas, casi no existía la tele en color y los teléfonos móviles eran el futuro. En ese contexto los chavales se divertían de otra manera y había ambiente de pueblo. Entonces un grupo de chavales muy pequeños decidieron irse a unas convivencias y allí trataron de buscar acciones que hacer en el pueblo para que los chavales se entretuvieran. Entre las iniciativas que se plantearon salió montar una fanfarre o un grupo musical, sin pensar ni de lejos en la importancia que tendría Tirri Tarra ni en los nuevos caminos que abriría, porque fue pionera en muchos aspectos.

¿Cómo fueron sus inicios?

–En ese grupo de 30 chavales nadie sabía música y muchos de los instrumentos al principio eran de pega. Llevaban cuatro o cinco acordeones de la gente que estaba aprendiendo y luego instrumentos prestados, turutas y sobre todo percusión. Nada que ver con lo que se va a transformar en unos pocos años.

Comentaba antes que fue una agrupación musical pionera. ¿En qué sentido?

–Fue la primera fanfarre mixta, con chicos y chicas, y también llamaba la atención su juventud. Las fanfarres que había en aquel momento las formaban señores mayores. Tirri Tarra rompió con esa forma de ser. Tirri Tarra también fue la primera agrupación musical que acompañó a la primera tamborrada mixta de Donostia y que también participó en el alarde mixto cuando ninguna otra banda se atrevía.

¿Cuál fue su evolución musical?

–Tirri Tarra tocaba de una forma muy diferente a la que se hacía y animaba de una forma muy diferente. Poco a poco fue comprando instrumentos de verdad y los componentes ya sabían de música.

¿Cuál fue el punto de inflexión?

–Pocos años después de nacer se presentó al concurso más prestigioso de bandas, peñas y fanfarres en Condom (Francia) y lo ganó tres años seguidos. Lo ganó por la ruptura con lo que se hacía por aquel entonces. Fue un vendaval. A partir de ahí se configuró la imagen que tiene la fanfarre. Para esa época los componentes ya tocaban instrumentos, se hacían ensayos y se preparaba un repertorio. Luego hubo en los años 80 un relevo generacional en el que entré yo.

¿Por qué desapareció la fanfarre?

–Los tiempos cambian. Ya no hace falta un grupo de mucha gente para animar la calle, eso lo puede hacer un solo DJ.

¿Qué le aportó Tirri Tarra?

–Pude viajar por Europa, por países diferentes con costumbres, monedas e idiomas diferentes, cuando no era tan fácil como ahora. l