No hay marcha atrás. Los sanmigeles oñatiarras ya están aquí. Todo comenzará esta tarde con la bajada del txantxiku y la posterior tamborrada mayor, y acabará el lunes, con la locura de los disfraces de la bixamon de rosario. El marchoso anfibio de tirantes rojos realizará a las 20.00 horas su vertiginoso descenso desde la kanpandorre para asentarse en su trono festivo, presidiendo el recinto de las txosnas.

El estruendo de los tambores repite guion, y las diferentes compañías, que agruparán a unas 150 personas, partirán de Eltzia (22.30 horas) con el acompañamiento de la banda de música para realizar su habitual periplo urbano hasta la Plaza, donde tendrá lugar el alarde final. A los cuerpos de tamborreros, cantineras, cocineros, barrileros y barrileras, abanderadas…, se les sumará la quintada de 2006: 118 dantzaris que cumplirán rigurosamente con la tradición.

En el repertorio musical de la tamborrada sonará por primera vez la pieza Pedro Mari, que desde 2017 forma parte de las composiciones que se interpretan en la tamborrada de los txikis. No en vano, esta marcha es un homenaje al que fuera el alma mater del desfile infantil, Pedro Mari Igartua.

Los primeros compases de la programación, no obstante, llegarán de la mano de la compañía Eidabe y su espectáculo infantil Gora bihotzak!, que representará en la Herriko plaza (18.00 horas). En este mismo escenario, la animación musical con el grupo Gauargi, y en las txosnas, el concierto de Andoni Ollokiegi (20.15) y la sesión de karaoke (desde las doce de la noche), seguida de dj Kepix, se ocuparán de poner ritmo a una intensa y larga noche festiva.