Con sus 2,5 metros de altura, 16 y 17 kilos y buen porte, las figuras que representan a dos dantzaris del Corpus se convirtieron ayer en la atracción del anticipo festivo de los sanmigeles. La chica con su faldellín azul, asumiendo el papel de capitana (siguiendo la línea iniciada en 2018 con la incorporación de las mujeres a las danzas de la arraigada y antigua festividad de Oñati), y el chico, luciendo la misma prenda en color rojo, se presentaron en sociedad en un acto al que asistieron como protagonistas la docena de chavales, de entre seis y doce años, que a partir de ahora darán cuerpo a la Konpartsa Txiki, bautizada con el nombre de Zorotxo; el nuevo miembro que incorpora la familia gigante oñatiarra para hacer cantera.

El rataplán infantil puso la nota de color por la tarde.

Los pequeños porteadores presidieron la puesta de largo de los colosos de talla mediana, que pusieron a bailar ante la mirada de un nutrido público que presenció con entusiasmo el estreno de Zorotxo Konpartsa. A la cita no faltaron Iñigo y Katalina de Gebara, y los baserritarras Andre Ederra y Maurizio, ilustres personajes de la comparsa de Oñati, además de la popularísima de Atzeko kale y la invitada Ezpelur, procedente del municipio navarro de Barañain, sin olvidar a Sebastián, el gigante alumbrado por el oñatiarra Xabier Mendizabal, autor por encargo del Consistorio de la nueva pareja de figuras, para cuya creación ha trabajado codo con codo con su amigo y también artista, el lezotarra Joanes Díez.

Atsolorra, el acto de bienvenida a los niños y niñas nacidas desde las pasadas fiestas.

El factor sorpresa se mantuvo hasta el último momento. “Eskerrik asko a Kanpantxo Kultura Elkartea, a la dinámica desarrollada por el gazteleku, a Jesús Irizar Txutxin, a las costureras Encarna, Pili y Begoña, a Oñatz, a Xabier y Joanes”, agradeció el edil de Cultura, Iñaki Olalde. Zorotxo Konpartsa es fruto del proceso capitaneado desde el gazteleku a partir de la petición expresa que sus ahora integrantes hicieron llegar al Ayuntamiento. Era un día para “que la gente conozca las nuevas figuras; cómo se llamarán se dejará para más adelante”, comentaban desde Oñatz.

Integrantes de Zorotxo, junto a Xabier Mendizabal, Joanes Díez y el edil Iñaki Olalde.

Los gigantes, son sin duda, los reyes de la fiesta. Los personajes favoritos de los txikis, que, un vez más, se convirtieron en abanderados de los inminentes sanmigeles y rosarios; dos celebraciones que por caprichos del calendario este año comparten fechas en cinco intensas jornadas, desde el próximo jueves hasta el 2 de octubre.

Barrileras y barrileros lucieron nuevas txapelas en su indumentaria.

El Haur eta Gaztetxoen Eguna, que animó junto a otras citas el preludio festivo, arrancó con Atsolorra, la bienvenida a los 76 niños y niñas nacidas desde las pasadas fiestas, que recibieron de manos de la alcaldesa, Izaro Elorza, y distintos concejales el simbólico ongi etorri en forma de babero, entre sonrisas, caras de asombro y algunos llantos.

Tambores infantiles

Por la tarde, y siguiendo con el protagonismo infantil, el rataplán tomó las calles. Cerca de 150 txikis, a golpe de tambor y barril, lo dieron todo, desde Bidaurreta hasta la Plaza.

La previa de los sanmigeles llegó pisando con fuerza. Hoy, el Certamen Internacional de Perros Pastor (10.30 horas), el concurso de pintura, los bolos y la jornada popular de las barracas (un euro la vuelta) cogen el testigo.