El mes de enero de 2023 se ha saldado con seis nuevos establecimientos en Donostia, según el balance llevado a cabo por la asociación Ba Gera!, que agrupo tanto a comercios, como a hostelería y servicios y cuenta en la actualidad con 317 asociados.

Según informó en un comunicado, a lo largo del pasado mes de enero, en la capital guipuzcoana se han abierto catorce establecimientos y se han cerrado ocho, lo que arroja un saldo positivo de seis.

Con este primer balance, la agrupación comercial anuncia que da comienzo una nueva tarea que consistirá en llevar a cabo un balance mensual de aperturas y cierres con el fin el fin de obtener “una radiografía de la evolución de los establecimientos comerciales de Donostia”.

El sector más afectado por las clausuras ha sido el del comercio, con cuatro tiendas menos en enero, mientras que en hostelería han sido dos menos y en el sector servicios, otras dos, según su recuento.

La asociación recuerda que entre 2020 y 2021 hubo un descenso de 65 comercios en la capital guipuzcoana y en ocho años se han cerrado 1.318 establecimientos en toda Gipuzkoa.

El análisis indica que el Centro es el barrio de Donostia que concentra un mayor número de cierres en enero con seis tiendas desaparecidas: Casa My Tea (solo atiende online), Joyería Barbara, Pimkie, Viajes Aran, Yoigo y Bagazo. En la Parte Vieja, por su parte, ha cerrado Antigüedades 1900 (por jubilación) y en el barrio de El Antiguo, el Café de Mario.

Por otra parte, el sector más beneficiado por la apertura de nuevos negocios ha sido el de servicios, con siete, seguido de la hostelería, con seis. Solo se ha registrado una nueva tienda el pasado mes.

Por barrios, Gros es el que ha acogido una mayor cantidad de establecimientos de nueva creación con un total de seis. Además, se han abierto otros dos en Amara y otros tantos en El Antiguo, en el Centro y en la Parte Vieja.

“Deseamos una larga andadura a estos nuevos establecimientos, que ayudan a mantener viva la ciudad”, declaró la asociación en un comunicado, en el que ofreció “apoyo y asesoramiento a tanto a los establecimientos que vayan a cerrar como a los nuevos emprendedores”.

“Si habláramos de industria siderúrgica o de automoción los datos (de cierres) tendrían un fuerte impacto y calificaríamos de situación de hecatombe”, señala la entidad. “Como la pérdida de empleo y cierres se producen de forma individualizada, aunque continuada, el derrumbe pasa casi desapercibido y no se le da la misma importancia, ni tampoco la ocupación que requiere por parte de las institución”, añade la entidad, muy crítica con el departamento municipal de Comercio.