Vistas generales, caseríos, empresas, fiestas, cuadrillas…, su gente, en definitiva, protagonizan la historia de Goribar-Kasablanka. Plasmar a través de las imágenes la evolución que ha experimentado este barrio oñatiarra a lo largo del siglo XX ha sido uno de los objetivos del libro que tendrá su puesta de largo el próximo viernes, 3 de febrero (Kultur Etxea, 18.30 horas).

Lo que empezó entre amigos, recopilando fotos antiguas, ha terminado involucrando a los vecinos y vecinas en un proyecto que ha rescatado un buen puñado de instantáneas, que han servido para reconstruir el pasado cercano, nutriéndolo de pinceladas históricas de un barrio “rural y urbano que ha tenido muchos cambios, tanto en su paisaje como en su vida social”, cuenta Jesús Mari Ugarte Aranburu.

Nacido en Kasablanka, Jexumai como le llaman sus amigos, ha llevado el peso de esta publicación envuelta en infinidad de recuerdos. Dos años de trabajo han alumbrado un libro en el que el autor ha contado con la inestimable ayuda de su cuadrilla “de siempre”: Aitor y Anjel Abaunz Aiastui, Anton Azpiazu Lanz, Jexux Lizaur Madinabeitia, Esteban Telleria Rodríguez y Fernando Ugarte Aranburu.

Han tocado la puerta de las familias que viven o descienden del barrio y la respuesta no ha podido ser mejor: 45 personas han contribuido con sus fotografías a vestir las 302 páginas que dan contenido a Goribar Kasablanka. XX. Mendeko bizitza argazkitan. “Hemos incluido 515 fotos de alrededor de 700 que nos han entregado”, detalla Ugarte. La más antigua data de 1905 y corresponde a la familia Aranburu –antepasados de Jexumai–, en el caserío Santa Katalina.

Bolibar en la Edad Media, después Boribar y a partir del siglo XVI Goribar. Desde la década de los 60 del siglo XX esta nomenclatura se reduce al entorno de los caseríos, mientras que Otadui Zuhaiztia (Obispo Otaduy) identifica a la calle formada por las viviendas situadas en la antigua carretera que atraviesa el barrio, más conocido como Kasablanka. “El libro Historia de Oñate de Iñaki Zumalde describe el origen de este nombre no oficial. Data del siglo XIX cuando los estudiantes de la universidad paseaban por la arboleda; decían que iban hasta la casa blanca que existía en el lugar”, expone Ugarte.

Parajes, las celebraciones festivas de San Isidro, el grupo de música Los Culpables, las transformaciones urbanísticas, el añorado tren, las desaparecidas casas de Ibai-ondo y Aloña-alde…. Multitud de estampas, algunas solo conservadas en la memoria colectiva, tejen este testimonio gráfico. “El desarrollo de la industrialización trajo consigo la necesidad de trabajadores, y nuestro barrio, estando muy cerca del centro del municipio, fue una primera ubicación, así como un lugar de integración para muchas personas provenientes de otras regiones”, rememora Ugarte.

Núcleo industrial

Hijos de Juan de Garay, Arrazolatarren kurtiderixia, Chocolates Loyola, Santiago Corcostegui SA, Chinchurreta SA, Ulma, Erle Garajea, Talleres Aitzgain SL, Lur Gorri… forman parte del listado de empresas, algunas extinguidas y otras trasladadas a otro emplazamiento’, que iniciaron su andadura en Kasablanka. Un barrio que tuvo, además, dos bares: el Debatarra, que cerró en 2020, y el Bakero que lo hizo unas cuantas décadas antes, en los 80.

Las fotografías familiares ocupan un gran espacio en la publicación, que hace un guiño, a su vez, a personajes destacados del barrio. Cada capítulo se acompaña de una introducción a modo de hilo conductor de un relato aderezado con detalles curiosos, sin duda, también para las nuevas generaciones. El libro estará a la venta el día de la presentación (incluye un anexo con los pies de fotos), y después en la Txokolateixia y la oficina de Turismo (20 euros).