Esta es la historia de un niño de Legazpi que creció en la tienda de su familia, se aficionó a decorar el escaparate, decidió dedicarse profesionalmente a ello y ha acabado diseñando los escaparates navideños de Harrod’s.

El protagonista de este reportaje es Jon Joseba Arakama. “Estudié ingeniería, pero desde niño he pasado mucho tiempo en la tienda de mi familia (la tienda de deportes Arbe) y me gustaba mucho diseñar el escaparate. Así, decidí formarme. Hice varios cursos en Londres”.

Hace cinco años, decidió instalarse allí. “Trabajé como freelance, pero al poco me llamaron de Harrod’s. Me ofrecieron una plaza en su equipo de diseño. He trabajado durante tres años para Harrod’s, hasta septiembre. El equipo de diseño se encarga de diseñar los escaparates y los pop up (espacios en los que las marcas promocionan un nuevo producto durante un mes o dos). El grupo de trabajo estaba formado por 55 personas: cinco nos encargábamos de los diseños y el resto del trabajo físico”.

Ha trabajado muy a gusto para Harrod’s. “Que una empresa tan prestigiosa venga a buscarte te hace mucha ilusión. En Londres, Harrod’s es más que una tienda: es un icono”.

Cambio

En la actualidad, diseña los escaparates de uno de los buques insignias del lujo. “Formamos un equipo de 15-16 personas y estamos diseñando los escaparates de las tiendas que la marca tiene en todo el mundo. Me pareció una gran oportunidad para aprender y crecer profesionalmente. El concepto lo desarrollaremos en Londres y el trabajo técnico lo realizarán en las oficinas de París”.

Su último trabajo para Harrod’s fue el proyecto de los escaparates navideños de este año. “El proyecto lo iniciamos nosotros hace un año, pero el resultado final no es nuestro. El director creativo quería colaborar con Dior y desarrollamos un proyecto en el que les mostramos cómo podían decorar todo el edificio para navidades: fachada, escaparates... Diseñamos muchas zonas y Dior dio el visto bueno. El proyecto lo inició nuestro equipo, pero no lo desarrollamos nosotros”.

Arakama tiene intención de seguir en Londres, pero no descarta ir a París o Nueva York. “No renuncio a nada, pero de momento estoy muy a gusto en Londres. Todo depende de la oferta, del proyecto que me ofrezcan. De todos modos, se me hace duro tener lejos a la familia. Cada dos o tres meses vuelvo a Legazpi para visitar a los de casa”.

Para finalizar, quiere dar las gracias a su familia. “Tengo que dar las gracias, sobre todo, a mi madre. Si no fuese por ella, quizá no estaría aquí. Me dejó hacer todo lo que quise y nunca me puso límites. Mi hermana Maialen también me ayudó mucho. Mis escaparates más personales los hice en Arbe. El último, el que sirvió de despedida, es el mejor ejemplo de ello. Lo titulamos Izarren hautsa. Los escaparates de Arbe ganaron premios a nivel estatal y uno fue premiado incluso en Berlín”.