El cineclub ButaK 21 de Urretxu y Zumarraga homenajeará este miércoles a Javier Aguado, Mari Jose Lizarralde y Trini Fernández. El museo de minerales y fósiles Urrelur de Urretxu nació de la mano de la colección del padre de Aguado y esta misma familia impulsó la creación de la Semana de Mineralogía y Paleontología. En la actualidad, Aguado, su mujer Mari Jose y su cuñada Trini se dedican a la compraventa de minerales y fósiles y a la transformación de minerales en artículos de bisutería, joyería y decoración.

Los miembros del cineclub quieren agradecerles la labor realizada durante todos estos años para acercar la ciencia a los vecinos. El homenaje se celebrará este miércoles a las 20.00 horas, en el salón Zelai Arizti de Zumarraga. El cineclub proyectará el documental Fire of love. Se trata de un filme sobre un matrimonio que compartía con los Aguado su pasión por la geología.

Los franceses Katia y Maurice Krafft eran vulcanólogos y durante dos décadas recorrieron el planeta persiguiendo las erupciones y sus consecuencias y documentando sus descubrimientos en impresionantes fotografías y películas para compartirlos con el público. Consiguieron acercar el mundo de los volcanes a una gran parte de la ciudadanía, a través de intervenciones en los medios de comunicación y giras de conferencias.

Los Aguado y Fernández, a menor escala, también han llevado a cabo una gran labor de divulgación. Todo comenzó de la mano del padre de Javier: Nicasio Luis Aguado. Era un gran aficionado al coleccionismo. Su vida cambió cuando conoció a Pedro Azkoiti. Este hombre tenía muchos negocios en Ceuta e invitó a los Aguado allí. Un día les llevó a Tetuán y Aguado vio que había un gran movimiento alrededor de los minerales y los fósiles. Empezó a comprar material allí y cambiarlo aquí. Poco a poco se hizo con una gran colección y su hijo le propuso mostrarla en la casa de cultura que se iba a abrir en Urretxu. Se montó una exposición y tuvo tal éxito que los Aguado propusieron al Ayuntamiento abrir un museo de minerales y fósiles. Este museo, Urrelur, es el más importante de Euskadi. Por él han pasado miles de niños.

Aguado transmitió su pasión a su hijo y este hizo lo propio con su esposa. Un buen día, Aguado le propuso casarse y dedicarse profesionalmente a los minerales y los fósiles. Ella accedió y, en efecto, han conseguido vivir de las piedras. Para ello, han recorrido todo el mundo. Lizarralde estudió gemología y sus joyas tienen tal éxito que son ya el 60% del negocio. Con ellos trabaja su cuñada, que les cubre las espaldas cuando salen de viaje. l