Con motivo de su 90º aniversario, la Federación Gipuzkoa Merkatariak, con la colaboración del Departamento de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural, ha coordinado un ciclo de jornadas profesionales que se celebrarán hasta abril en diferentes municipios. Este lunes Errenteria acogió el tercer evento de estas características.

Según señalan desde la Federación “este plan de acción está dirigido a recuperar la ilusión previa a estos años de pandemia, incertidumbres y cambios, ofreciendo claves dirigidas a afrontar esta etapa de desafíos”. Asimismo, en el evento se homenajea a los comercios que han cumplido 90 años o más.

En el caso de Errenteria son dos los comercios de tradición familiar que han superado esa cifra: Boni Oinetakoak (Andre Mari Kalea, 5) y Confecciones Iglesias (Erdiko Kalea, 12).

Boni Oinetakoak lleva calzando a los errenteriarras 126 años, desde 1896. Fue la bisabuela de una de las actuales propietarias, Sorkunde Ezenarro, quien fundó una fábrica de alpargatas. Poco a poco el negocio se fue adaptando a las modas y necesidades de cada momento, la fábrica se cerró y el comercio se diversificó con la venta de calzado, calcetines y sombreros, hasta convertirse en la zapatería que es hoy en día, aunque sigue conservando su esencia con la venta de alpargatas, abarcas y alpargatas de piel. Allí trabajaron después de su bisabuela, su aitona y su aita. Hoy comparte el trabajo con su hermana.

Por su parte, Ramón Makazaga de Confecciones Iglesias señala que los orígenes de su tienda se desconocen. “La primera factura que conservamos es de 1929 y es el primer documento que tenemos, pero no sabemos exactamente cuándo se abrió”. Su negocio ha cambiado poco en su larga historia, aunque se ha ido adaptando al devenir de los tiempos. “Podemos vestir de arriba abajo a cualquier persona. También tenemos ropa de trabajo y trajes de casero. Somos una tienda de toda la vida”, asegura.

Ambos comercios han vivido crisis anteriores, pero apuntan que puede ser que esta sea la peor, por el cambio de costumbres de los consumidores, sobre todo de los más jóvenes, y por la irrupción de las nuevas tecnologías y la compra por Internet. No obstante, Ezenarro critica el miedo que están metiendo algunos organismos a la gente para que se aprete el cinturón.

Además, les apena ver todas las tiendas locales que se están cerrando en los últimos tiempos. “Son tiempos difíciles, el comercio pequeño está muy fastidiado, hay que pelear mucho para salir adelante”, subraya Makazaga.

Por todo ello, ven difícil el relevo generacional en su negocio. Ezenarro no sabe si cuando se jubile algún hijo o sobrino se hará cargo de la tienda, pero Makazaga ya sabe que nadie de su familia seguirá con la tradición.

Ante este escenario, la Federación Gipuzkoa Merkatariak quiso insuflar optimismo e ilusión a sus socios y para ello contó con la presencia de la alpinista y comunicadora Araceli Segarra, la primera mujer del Estado en coronar el Everest, que presentó la ponencia El compromiso de un equipo para llegar a la cumbre.