En marzo de este año, el Ayuntamiento de Hondarribia recibió una solicitud para derribar dos villas históricas situadas en la manzana número cinco del Puntal. Se trata de las villas Ainara y Oilar, edificios de marcado carácter histórico cuya protección estaba prevista en el Plan General de Hondarribia de 2017. Debido a que el documento fue suspendido, y mientras no se apruebe próximo Plan General, aún en tramitación, estos edificios se hallan en situación de desprotección.

Así lo ha advertido el grupo socialista hondarribiarra, explicando que la Diputación Foral de Gipuzkoa “ya ha emitido sendos informes” en los que se insta al Ayuntamiento y al Gobierno Vasco a tomar las medidas pertinentes para proteger dichos edificios. Según el portavoz socialista, Iosu Álvarez, la arquitecta municipal ha indicado a los grupos que corresponde al Gobierno Vasco tomar las medidas para evitar la desaparición de estos elementos arquitectónicos.

Respecto a la relevancia histórica de los inmuebles, desde el PSE han querido recordar que los orígenes de la manzana número cinco del Puntal se remontan a 1911, con el proyecto de ensanche llevado a cabo por el Ayuntamiento de Hondarribia, si bien las obras no comenzaron en el terreno hasta 1924, durante la alcaldía de Francisco Sagarzazu.

En el caso de la villa Oilar (construida bajo el nombre villa Genoveva en 1929), fue la residencia del embajador de México, Manuel Pérez Treviño, durante la Guerra Civil, y más tarde del dramaturgo Alfonso Sastre, miembro de la Generación del 50. En cambio, la villa Ainara es obra del arquitecto Pedro Muguruza, uno de los más reputados de su época. Fue la última villa que diseñó y una de las más representativas de su carrera.

Por todo ello, desde el PSE de Hondarribia han instado al Gobierno Vasco a adoptar las medidas de protección pertinentes.