El miércoles 7 de septiembre, Ordizia celebró uno de sus grandes días en el marco de las Euskal Jaiak. Fue la jornada en la que el frontón Beti-Alai acogió el prestigioso concurso del Queso Idiazabal. Un evento, en el que no faltó el buen ambiente tras dos años celebrándose a puerta cerrada a consecuencia de la pandemia.

Sin embargo, no todo fue tan idílico. Y es que, recientemente el grupo municipal EAJ-PNV se ha posicionado en contra de algunas decisiones adoptadas por el alcalde de la localidad, Adur Ezenarro, aquel miércoles de ambiente festivo. En un comunicado, los jeltzales ordiziarras han criticado que “en el acto más genuinamente baserritarra, la subasta de queso, el Ayuntamiento impuso descaradamente la mordaza a los ganaderos de Aralar”. “Eso fue lo que hizo el alcalde cuando ordenó la retirada de las pancartas colocadas para denunciar ante el pueblo sobre los problemas que tienen por la actitud de las autoridades de la Mancomunidad de Enirio-Aralar”, han declarado.

Asimismo, han definido los hechos acontecidos como “graves”, porque “la orden de retirar las pancartas no se dio a la Policía Municipal, sino que se recurrió a jóvenes voluntarios que realizaban tareas de montaje para imponer la censura al malestar de los ganaderos. Se encomendó a esos jóvenes una tarea que no les correspondía”.

En las líneas redactadas por el Partido Nacionalista Vasco de Ordizia, también se puede leer que “mientras hacía retirar las pancartas de los ganaderos, no tenía el más mínimo reparo en poner la alfombra roja a las personas que portaban pancartas a favor de los presos interrumpiendo el trabajo del jurado”. – E.C.A.