- El Bellas Artes fue escenario ayer de la reanudación de los trabajos preparativos para las obras de reforma del edificio. Las tareas de limpieza del interior del antiguo cinematógrafo fueron suspendidas hace mes y medio, después de que Áncora solicitase las suspensión cautelar de los trabajos hasta verificar si la licencia otorgada por el Consistorio era ajustada a la legalidad.

Después de que el juzgado contencioso administrativo aceptase la reclamación de Áncora, se suspendieron los trabajos de modo "cautelarísimo". Además, el juez impuso a la asociación el depósito de una fianza de 3,9 millones en un plazo de diez días para mantener el edificio en condiciones de seguridad mientras se dilucida el asunto.

En este tiempo, la entidad no ha podido aportar la elevada suma, como ya advirtió, y la empresa Sade, propietaria del inmueble, considera ahora que tiene las manos libres para abordar los trabajos.

Además, el diputado de Cultura del Gobierno Vasco, Bingen Zubiria, dictó la pasada semana una resolución en la que respondió a Áncora que el edificio no está catalogado como Bien Cultural con la categoría de monumento, ya que fue extraído de esta categoría en 2017, tras una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que señalaba que el histórico cinematógrafo, el más antiguo de Estado español, se hallaba en ruina.

Así, además de que una cuadrilla de operarios trabajó ayer en labores de limpieza en el interior del edificio, la empresa propietaria inició las gestiones necesarias para vallar la zona y colocar contenedores de obra en el exterior para ir sacando los distintos materiales, antes del arranque efectivo de la reforma. Una gran grúa y andamios se colocarán también en los próximos días alrededor del inmueble.

La licencia otorgada por el Ayuntamiento de Donostia prevé una obra que durará 30 meses. La actuación servirá para transformar el inmueble concebido para cine en un conjunto de pisos turísticos de alto standing, con una inversión superior a los cinco millones de euros.

La licencia otorgada por el Ayuntamiento no solo permite cambiar las fachadas, para abrir ventanas en los apartamentos, sino que también admite un levante de dos alturas, que permitirá contar con mayor superficie para los alojamientos.

Una apertura en la fachada de la calle Prim, además, permitirá acceder al parking subterráneo de varias plantas, que será robotizado.

La asociación Áncora ha criticado reiteradamente la licencia de obra, que permitirá demoler la estructura interior del edificio y dejar solo el exterior, lo que ha calificado de "despilfarro patrimonial". El alcalde, Eneko Goia, por su parte, consideró tras la suspensión que "el tema ya no da más de sí".