Quisiera detallar lo ocurrido el 12 de octubre a las 9.00 horas en la N-634 entre Rekalde y Usurbil. Somos un grupo de amigos a los que nos une la afición al ciclismo. Hay dos jubilados de 74 y 66 años y el resto nos dedicamos a diferentes actividades. La mayoría hemos competido hasta aficionados y uno ha sido profesional. Recorremos miles de kilómetros al año en bicicleta y a lo largo de nuestra vida hemos perdido amigos atropellados por otros vehículos. El martes salimos a las 9.00 horas desde Errekalde-Donostia y la idea era ir a Deba y retornar por Lastur. Íbamos en paralelo pegados al lado derecho. No había nada de tráfico. A la altura de Luzuriaga nos adelantó una Mercedes Vito de la Ertzaintza sin ningún problema y siguió su marcha. A la salida de Usurbil, esta patrulla nos esperaba en el arcén. Nos pararon y, al preguntarles el motivo, argumentaron que por ir a 4 km/h en paralelo en pelotón. Al momento aparecieron otras dos patrullas Mercedes Vito. Tres patrullas para diez ciclistas. Nos trataron como si fuésemos delincuentes peligrosos. Después de tenernos más de media hora parados a once grados, viendo cómo pasaban infinidad de ciclistas en paralelo sin hacerles caso, nos multaron solo a cuatro de los cinco ciclistas que íbamos en el lado izquierdo (al quinto no le multaron) y a ninguno de los que iban en el lado derecho. Cuatro multas de 200 euros, 800 euros por no hacer nada incorrecto. La prepotencia y chulería de los agentes fue inaceptable. Todos del famoso grupo de Tráfico. Si estos agentes son muestra de la Ertzaintza, tenemos un muy grave problema. Como ciudadanos y ciclistas, solicitamos a quien corresponda que informen a estos agentes que hoy han actuado de manera inaceptable y que, si están amargados por estar en tráfico, no lo paguen con los primeros inocentes que encuentren. Obviamente, no podemos recurrir las multas, ya que es imposible que nuestra palabra se considere de mayor valor que la de estos agentes. Además de tener que abonar 800 euros. La actitud de los seis agentes estuvo completamente fuera de lugar, inventándose una infracción inexistente.