La primera remesa de mascarillas con la bandera de San Sebastián y la fecha del 20 de enero de 2021 que se venden en Almacenes Garibay ya se han terminado, por lo que la firma, con cuatro comercios en Donostia, ha encargado una segunda remesa. El protector será uno de los distintivos de una fiesta patronal anómala por la pandemia.

Las mascarillas son de tela deportiva, con laminado de doble capa y certificadas por un laboratorio oficial del Estado, según recalca Maider Núñez, que destaca que no solo sirven para proteger sino que también tendrán el valor del recuerdo del año en el que no hubo tamborrada. "Se me ocurrió en diciembre y, tras hablar con el Ayuntamiento por si hubiera algún impedimento, nos pusimos manos a la obra y las encargamos a uno de nuestros proveedores", explica la responsable de esos clásicos comercios de ropa de la capital guipuzcoana, que llevan unas siete décadas en la ciudad. En ellos siempre se han vendido distintas prendas para San Sebastián, como delantales, pañuelos, guantes, ropa térmica y otros artículos relacionados con la fiesta, que este año se quedarán en los estantes.

"Nos hubiera gustado que el Ayuntamiento hubiese participado en la idea para que todos los donostiarras pudieran tener una mascarilla con la bandera de la ciudad, pero como se trata de temas sanitarios no ha podido ser", explica la comerciante. No obstante, se muestra contenta con la acogida que han tenido las mascarillas txuriudin entre los donostiarras y creen que hoy y mañana se seguirán vendiendo. Su precio es de 9,90 euros.

Maider Nuñez cree, además, que aunque las vacunas mejoren la situación sanitaria, es posible que en 2022 haya que llevar mascarilla en las aglomeraciones. "O sea que por si acaso, aconsejo que se guarden para el año próximo porque tienen 70 lavados", apunta.

Parte de la venta de las mascarillas del día de San Sebastian irá a parar a la fundación Why Not, que trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedad mental. La iniciativa de Almacenes Garibay también colabora la fundación Goyeneche, que da atención diurna a personas con discapacidad intelectual. "Les hace mucha ilusión y vamos a ayudar", dice Maider Núnez.