EH Bildu de Donostia criticó este jueves los planes del Gobierno municipal PNV-PSE para la transformación urbana de la zona de Aldakoenea que, según el acuerdo alcanzado con Kutxa Fundazioa, propietaria de parte de los terrenos de la zona así como de los del Instituto de la Construcción de Altza, quedarían vinculados de modo que el grueso de la vivienda protegida correspondiente a ambas zonas se ubicase en el barrio del este de Donostia mientras que las viviendas de precio libre se construirían en la loma de Egia.

El concejal de EH Bildu Ricardo Burutaran calificó ayer la operación de “especulativa” y aseguró “sería un error histórico” el no aprovechar la regeneración de Aldakoenea “para dar una salida habitacional a los y las vecinas” de los barrios de Gros y Egia. Buturaran señaló que Gros ha perdido más de un millar de habitantes en la última década, en su mayoría jóvenes, “sobre todo por el incremento del precio del alquiler y la presión de los pisos turísticos”, y Egia, según dijo, “va por el mismo camino”.

El corporativo calificó de “polémica” la operación prevista por el Gobierno municipal y Kutxa Fundazion, que entrará próximamente en periodo de exposición pública, por “vincular el ámbito urbanístico de Aldakoenea con el Instituto de la Construcción en Altza”. Con ello, “los impulsores del proyecto consiguen quitarse de encima parte de las obligaciones legales de construcción de vivienda protegida y equipamientos en Aldakonea, limitándose a prever el realojo de los y las vecinas actuales”, se quejó el representante de EH Bildu.

La operación, según criticó, “busca el máximo beneficio privado al mínimo coste” e implicará que el barrio se vaya a quedar con las mismas dotaciones pero mayor presión demográfica y se construya el máximo posible de vivienda libre en una zona “donde los márgenes de beneficio son mucho mayores”, lo que implica llevar a Altza las viviendas menos “especulativas”.

Asimismo, Burutaran consideró que “desde el punto de vista de la planificación urbana y el modelo de ciudad, segregar a la población de esta manera, llevando las viviendas de protección a la periferia y reservar las parcelas del centro a las rentas más altas, es del todo inadmisible”. Finalmente, concluyó “que esta operación urbanística solo va a conseguir dar un paso adelante en estas desigualdades”.