La actividad empezó con Boris Bringas, Orodreath, como monitor de un taller de beatbox, y mostró su don de hacer música con su cuerpo. Pese a la timidez del público, el euskaldun logró reunir a su alrededor a familias y cuadrillas que intentaban imitar sus ritmos y a una decena de niños que mostraron sus habilidades escondidas para hacer sonidos con la boca.

El beatboxer explicó las raíces del hip hop como una cultura que nació en el barrio del Bronx de Nueva York en la década de los 70. “Era un barrio pobre y necesitaban un Dj para hacer música pero, como no tenían dinero, empezaron a crear ritmos con la boca”, explicó.

Demostró, además, que el beatbox está más presente de lo que los ciudadanos pueden creer. “Michael Jackson lo hacía en sus canciones y en la película Men in Black se hizo la mayor demostración de beatbox de Hollywood con Will Smith”, apuntó.

Orodreath animó a pequeños y mayores a que se levantaran y, además de enseñarles a emitir los sonidos básicos de una batería, les hizo moverse al son del puchicachi, el ritmo básico del beatbox.

Los más curiosos, además de imitar sus sonidos, pudieron probar el loop station, un aparato que, según explicó el artista, sirve para “grabar un sonido y repetirlo en bucle para crear música en directo”, la expresión hiphopera del Djing. En su demostración, además de su sonido, propuso que todo aquel que quisiera participar se acercara a grabar un ritmo imitando el sonido de un animal, lo que resultó en una divertida canción.

Mientras ellos experimentaban con sus gargantas, al otro lado de la plaza aficionados del skate mostraban sus habilidades. Chicos, en su mayoría, de todas las edades subían las cuestas improvisadas y hacían peripecias con el patín. Las caídas, en estos casos, forman parte del espectáculo y aficionados y participantes supieron reírse con ellas.

Junto a ellos, varios niños empezaron a mostrar su creatividad a la vez que descubrían la expresión pictórica de la cultura hip hop, el grafiti. La mascarilla y los guantes fueron atuendos imprescindibles: además de proteger a los participantes, se convirtieron en un disfraz que inmortalizar por sus padres. La propuesta Tú si que pintas acabó siendo una actividad abierta para dejar volar la imaginación de todos los participantes spray en mano, que crearon una curiosa y colorida composición en el muro de cajas creado al efecto.

El concierto de la artista referente del rap en Euskadi Elena Caballero, La Basu, puso el broche final al día del hip hop en Intxaurrondo.