Los interesados en la historia donostiarra tienen esta tarde la oportunidad de conocer una parte del pasado de San Telmo que ha sido desvelada por el historiador Pedro Echeverría en la publicación que presentará a las 19.00 horas en la iglesia del conjunto monumental.

En concreto, el doctor en Historia del Arte y profesor de la UPV dará a conocer a los asistentes la investigación que ha llevado a cabo tras el descubrimiento, en el año 2008 y con motivo de la rehabilitación y reforma del museo, de restos de pinturas murales ocultas bajo distintas capas de material en las bóvedas de la iglesia de San Telmo. Estos vestigios de temple, que fueron aplicados en el siglo XVI, fueron ejecutados según la revela la investigación, para convertir una de las capillas de la iglesia en un suntuoso panteón mortuorio para la familia de los Idiáquez, que impulsó la construcción del convento dominico de San Telmo.

Además, el trabajo descubre que los artistas responsables de aquella lujosa decoración fueron los mismos que trabajaban en El Escorial y en la villa de Madrid a las órdenes de la casa real. El profesor Pedro Echeverría explicará en la charla que fue Juan de Idiáquez, hijo de Alonso de Idiáquez, a su vez ministro de Carlos I y fundador del convento dominico donostiarra, el que hizo traer desde Madrid a aquellos artistas de renombre para que pintasen la capilla mortuoria al gusto de la corte de la época. Esta estrecha relación con la corona deja clara, según la investigación de Echeverría, que Donostia no fue una pequeña ciudad descolgada de los centros de poder sino, al contrario, un enclave conectado con la elite cultural y política europea de finales del siglo XVI.

La publicación, titulada El Renacimiento culto de la iglesia de San Telmo de San Sebastián. La capilla-panteón escurialense de los Idiáquez y sus pinturas (1574-1614), ha cambiado la historiografía del convento, según señala el experto, así como la de la propia ciudad, que aparece ahora más vinculada con el poder de la época. De hecho, según destaca el historiador, Donostia fue la única de las capitales vascas que recibió la visita de prácticamente todos los reyes de la dinastía de los Austrias que, además, tenían como costumbre visitar la iglesia de San Telmo y recogerse frente al panteón de quienes eran sus hombres de confianza en Gipuzkoa.

Otra de las aportaciones de la investigación de Echeverría se centra en la figura poco conocida de Juan de Idiáquez, que fue un mecenas y un humanista que hablaba euskera y que encargó a un especialista un trabajo sobre los proverbios y refranes en lengua vasca, entre otras actuaciones.

La presentación de la publicación tendrá lugar en la iglesia, de modo que el público pueda contemplar el lugar exacto en el que se hallaban las pinturas renacentistas. Además, el autor del libro proyectará reproducciones de las obras originales así como bocetos llevados a cabo por los artistas que decoraron la capilla, entre otros documentos que ayudarán a comprender una parte desconocida de la historia del antiguo convento dominico.

En la conferencia se podrán adquirir los libros sobre las pinturas de la iglesia al precio de 25 euros. La publicación es el cuarto número de una línea iniciada por el museo de San Telmo para dar a conocer su historia y fondos, tras su restauración. La serie comenzó el pasado mes de marzo, con Bordados de punto de cruz en el museo de San Telmo, reedición de una obra anterior que estaba agotada. Gipuzkoa revelada. Fondo fotográfico del museo de San Telmo y Becas Municipales de Bellas Artes (1893-1936) completan la línea.