Lasarte-Oria. Uno nunca sabe lo que le depara la vida. Nerea Paniagua fue a mejorar su inglés a Londres y allí conoció a su futuro marido, un australiano de apellido Greenwell. Por amor, decidió trasladarse a Australia y allí, además de crear una familia, ha conseguido abrir una tienda con mucho estilo, que le lleva "todas las horas del día y más".

¿Cómo surgió la idea de vender artículos elaborados con plumas?

Surgió de una manera natural. Siempre me han gustado las plumas y se me han dado muy bien las manualidades. Así que, cuando tuve tiempo libre, me puse a hacer pendientes, que en un principio empecé a regalar a mis amigas y como gustaban mucho, más tarde se me ocurrió a venderlos.

En Australia ha conseguido crear su propio negocio: Chica Feathers.

Sí, he conseguido convertir mi hobby en mi trabajo. En Fremantle (pueblo cercano a Perth) hay un mercado interior en el que los artesanos pueden alquilar un espacio. Es una especie de Urbil, como un centro comercial. En un principio, yo ponía un puestecillo con una mesa plegable, pero al final tuve la opción de poder alquilar en el propio mercado una tienda con un mostrador muy grande y transparente. Era una tienda preciosa.

¿Era?

Sí, la he tenido que cerrar porque hemos decidido volver a Sídney porque allí tenemos a los amigos y a la familia de mi marido. He pensado en abrir una tienda en Bondi, cerca de la playa. Allí, se lleva mucho el estilo boho-chic, una mezcla de estilo hippie y gipsy, que es lo que yo ofrezco. Tengo intención de abrir una tienda que se asemeje más a una boutique. Ahí espero tener más éxito aún que en Perth, porque hay más gente y más turistas.

¿Tiene ayuda de otras personas?

Lo hago todo yo sola. En año y medio me he encargado de la producción, el marketing, las finanzas... Hace poco pude contratar a una persona que me ayudaba con la venta, pero de confeccionar solo me encargo yo.

¿Qué tipo de productos vende?

Pulseras, pendientes de plumas, cubrebotas de piel, bolsos de cuero y todo tipo de accesorios. Luego quise ampliar la oferta y empecé a comprar cabezas de indio y pulseras de cuero a un fabricante. Así, que ahora también hago compraventa. Lo último son los tatuajes metálicos temporales.

¿Vende sus productos y creaciones a través de Internet?

Sí, la tienda online la abrí a la vez que la tienda física. Tengo ventas todas las semanas y hago envíos a todas las partes del mundo. (Web: www.chicafeathers.com. Facebook: www.facebook.com/chicafeathers e Instagram: @chicafeathers).

Y sobre todo las extensiones de plumas para el pelo.

Sí, tienen mucho éxito. Yo he llegado a ponerme hasta 40 extensiones. Tienen mucho trabajo porque las hay que son naturales y otras son teñidas, y me encargo yo de teñirlas y eso conlleva mucho trabajo.

¿Es fácil conseguir las plumas? ¿Dónde las consigue?

Eso es un secreto, pero sí que puedo decir que son plumas de gallos de granja, pero de una especie americana que tiene mucha pluma. Encontrar plumas para pendientes y otros abalorios no es muy complicado, pero las plumas para el pelo tienen una extensión de entre 25 y 35 centímetros y esas longitudes son más difícil conseguir. Por ello tienen un precio más elevado.

¿Dónde cree que es más fácil sacar adelante un negocio, en Australia o en Gipuzkoa?

Pienso que en Australia. Allí la gente tiene mayor poder adquisitivo y están dispuestos a pagar el precio que tienen los artículos y, por lo tanto, puedo pedir precios más altos. Se valora mucho el trabajo y las horas que conlleva crear unos pendientes o un bolso y no cuestionan el precio. Ello me permite poder pagar el alquiler de la tienda, que es muy alto, y en Bondi aún lo será más, y vivir de ello exclusivamente.