El pasado viernes 5 de abril abrió sus puertas la nueva exposición del Centro de Recursos Medio Ambientales de Cristina Enea, titulada Los pescadores del lago Suchitlán. Se trata de una muestra fotográfica y audiovisual, obra del fotógrafo Joseba Zabalza, producida en colaboración entre Fundación Cristina Enea y el colectivo El Salvador Elkartasuna.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo 20 de junio, recoge en fotos y vídeos el trabajo que el fotógrafo Joseba Zabalza ha desarrollado en tierras salvadoreñas, retratando las vidas de los habitantes de las zonas cercanas al lago Suchitlán, al norte del país; un embalse artificial que fue creado en 1973 tras la construcción de la presa del Cerrón Grande.
Del dique que se levantó se alimenta la hidroeléctrica que inundó en 1974 las tierras habitadas antiguamente por tribus lencas. Tiene una extensión de 135 kilómetros cuadrados, lo que le convierte en el lago de mayor superficie de todo El Salvador, y recoge las aguas del río Lempa y de otros ríos de menor caudal.
Además del gran valor ecológico que le dan las diferentes especies animales que lo habitan, y un gran elemento de carácter natural de toda la región, el lago Suchitlán, desde su inicio, fue considerado por las comunidades que pueblan sus orillas una despensa con la que completar la base alimenticia de sus habitantes, constituida principalmente por el maíz y el frijol.
Por ello, comenzó a darse el fenómeno de la pesca artesanal o de subsistencia, que es aquel tipo de pesca que se realiza con cualquier arte conocido y cuya finalidad es la de alimentarse, considerándose hoy en día que son aproximadamente 98.000 las personas que se dedican en el lago a esta actividad en sus dos vertientes (autoconsumo y comercialización), de las cuales un porcentaje alto lo integran los niños y niñas de los pueblos ribereños.
Escenario ambiental En El Salvador los recursos naturales se hallan seriamente deteriorados. El conflicto armado finalizado hace escasamente 15 años, unido a la superpoblación de un país pequeño, han contribuido en gran medida a ello junto con la pobreza, el desempleo, la violencia, etc.
El lago Suchitlán no es una excepción y el río Lempa, la principal fuente que le suministra agua, se halla totalmente contaminado. En su recorrido por Guatemala, Honduras y El Salvador este río arrastra una gran cantidad de desechos industriales, fundamentalmente metales pesados, como el cromo y el plomo, y otros productos agroquímicos, por lo que se contamina el ecosistema acuático en el que miles de personas desarrollan su actividad pesquera afectando a la reproducción de las especies piscícolas y poniendo en serio peligro la salud y subsistencia de las comunidades.
Desde los pueblos y municipios que se hallan alrededor del embalse, se está haciendo un esfuerzo para cambiar estos ambientes contaminados, promoviendo la sostenibilidad de manera que en un futuro se pueda, si no parar, por lo menos frenar su constante declive medioambiental por lo que intentan salvar el bosque de Cinquera, uno de las pocas masas forestales que quedan en el país y frontera natural del lago en su parte sur.
Como complemento a esta exposición, se ha programado una conferencia el día 17 de mayo, viernes, titulada El salvador, gaur eta bihar, de la mano de Peio Goiatxe, miembro del colectivo El Salvador Elkartasuna (19.00 horas, Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa, en Donostia).