donostia. ¿Han cambiado mucho los refugios con el transcurso de los años? ¿Qué opina de esta evolución?
Los refugios construidos hace ya algunos años se han ido actualizando lentamente, pero su capacidad resulta insuficiente para la gente que actualmente va a la montaña. Hay que pensar que se construyeron a principios del siglo pasado y la afluencia de la gente que va a la montaña, principalmente randonneurs, ha aumentado progresivamente. Las instituciones autonómicas o federativas generalmente, cuando han ejecutado nuevos proyectos, creo que han hecho construcciones demasiado faraónicas, tanto en tamaño como en excesivas comodidades, convirtiendo los anteriormente austeros refugios, en pequeños o grandes hoteles. Véase el Refugio Ángel Orus en el Pirineo. Antes era un pequeño y coqueto edificio y lo de ahora...
En Gipuzkoa podemos encontrar los refugios de Xoxote, Urbia, San Adrián (cerrado en la actualidad por obras) y Arritxulo, entre otros. ¿Son suficientes en el territorio?
Creo que en nuestra provincia es más que suficiente la oferta existente. Sería bueno que se reabriera el de San Adrián -en la cordillera de Aizkorri-, por la zona en que se encuentra. Hay que tener en cuenta que nuestro territorio es muy pequeño. Y los macizos se pueden recorrer fácilmente en una jornada.
¿Conoce algún monte guipuzcoano que debería disponer de este tipo de infraestructuras y que no la tiene?
La reapertura del refugio de San Adrián en el macizo de Aizkorri, completaría la red actual.
Comparando con el resto de territorios de la CAV, Navarra o Iparralde, ¿tienen algo de lo que aprender los refugios guipuzcoanos de ellos?
Nuestro territorio y nuestros macizos son pequeños y no veo necesaria la realización de más construcciones de este tipo; lo máximo sería conservar algunas estructuras como chabolas de pastores abandonadas, evitando que se derrumben. Pueden ser muy oportunas para estancias de emergencia.
Los refugios más de una vez habrán salvado vidas a los montañeros?
No tengo experiencia de supervivencia en montaña a pesar de mi dilatada vida montañera, pero en otros macizos como los Pirineos o los Alpes, sobre todo en invierno, sí habrán servido para salvar alguna que otra vida.
Los paisajes que se vislumbran desde allí deben ser también espectaculares. ¿Hay alguno que le guste en especial?
Tengo un recuerdo especial del refugio Theodulo, frente al Cervino (Alpes) y también la Cabaña Bertol, construida sobre la punta de un promontorio rocoso, como un castillo medieval. Para acceder hay que salvar una vía ferrata de seis escaleras, cadenas y una larga escalera de más de 20 metros. Un atardecer allí a más de 3.000 metros es algo inolvidable.
Amistades también habrán surgido en las estancias en los refugios.
En una estancia de un único atardecer, noche y desayuno quizás no, pero estar bloqueado un día o más por el mal tiempo en un refugio, sí puede valer para acercar amistades, aunque también estas estancias sacan lo peor de uno mismo.
¿Une la montaña a los montañeros?
Yo creo que sí, sobre todo las dificultades, el compañerismo, el saber compartir, ayudar y también consolar cuando se fracasa en los objetivos. Sobre todo hay dos conceptos para mí importantes en la montaña: la montaña siempre esta allí, se puede volver y no es nuestra enemiga. Y lo mas importante: lo principal es volver entero, con vida y, si es posible, con una amistad más.