La inauguración oficial del hotel Dolarea, que tuvo lugar la tarde-noche del pasado jueves, se va a extender a lo largo de todo el fin de semana con la celebración de diferentes actividades para niños y mayores, culturales y deportivas.
El sueño de Iban Mate se "oficializó" con la presencia de distintas personalidades institucionales, del empresariado, medios de comunicación y demás amigos que admiraron este caserío del siglo XVII reconvertido en un lujoso hotel de cuatro estrellas y situado en el conjunto monumental de Igartza en Beasain, en el corazón del Goierri y del País Vasco. Los invitados pudieron introducirse en la historia de Dolarea a través de un vídeo, presentado por Juantxo Aguirre Mauleón, arqueólogo responsable de la recuperación de este conjunto monumental.
Entre los asistentes se encontraba Pilar Zorrilla, viceconsejera de Turismo; María Jesús Aramburu, diputada de Cultura, junto a Ernesto Murgiondo, director de Turismo de la Diputación de Gipuzkoa; Patxi Plazaola, alcalde de Beasain; Carlos Unzalu, en representación de Kutxa; los hermanos Aramburu, ganadores del premio al mejor queso así como Karmele Murua, elaboradora del queso que quedó en segundo lugar.
El edificio del hotel es un caserío muy original del siglo XVII que mantiene su carácter y su imagen exterior. Un elegante edificio de color rojizo, catalogado como monumento histórico, que forma parte del conjunto monumental de Igartza junto al palacio, el puente, el molino y la ferrería. En este marco, Dolarea retoma tras siglos de interrupción de actividad hostelera
El tolare (lagar o prensa de manzana) es el secreto mejor guardado por Dolarea. Recuperado de lo que era el ikuilu (cuadra), esta estructura de madera, que da nombre al caserío, tiene 400 años de antigüedad y ha sido restaurado y musealizado. En este espacio confluyen en armonía modernos edificios del siglo XXI y el conjunto monumental de Igartza, entorno en el que se encuentra perfectamente integrado Dolarea
El hotel dispone de 20 habitaciones completamente equipadas que garantizan el confort y el descanso de sus huéspedes, y todos los servicios que debe ofrecer cualquier hotel de su categoría.
Especialmente pensadas para aquellos que viajan solos, las habitaciones individuales ofrecen la comodidad de una habitación independiente, que brinda privacidad. Las dobles conforman un ambiente integrado de cómodas dimensiones y con escritorio de trabajo. Una de ellas está habilitada para personas minusválidas. Hay también posibilidad de una triple y confortable habitación, situada en la parte noble del hotel, Y para quienes deseen algo especial para pasar la noche, pueden optar por Egiñu, una elegante suite que dispone de un living integrado dentro del dormitorio, con amplio espacio para trabajar o descansar. Tiene las mejores vistas del conjunto de Igartza.