La Plataforma Logística Aquitaine-Euskadi (PLAE) organizó el pasado mes de febrero una visita guiada al Centro Europeo Logístico Intermodal CEF de Mugerre en Baiona, visita contó con numerosos asistentes vinculados al sector.
El CEF de Mugerre (www.mivacef.com) está ubicado en el corredor logístico entre España, Portugal y Europa, en la ciudad aquitana de Baiona (a 2 kms del cruce entre la autopista A-63 y la A-64 Baiona-Toulouse, al sur a orillas del río Aturri junto al ferrocarril de Baiona-Toulouse y a 6 kms del puerto marítimo de Baiona). La mencionada plataforma cuenta con un área de 100 hectáreas (70 hectáreas para actividades logísticas y 30 para servicios) y dispone de un apartadero de ferrocarril privado que da acceso a la red ferroviaria francesa.
Más de 55 personas se dieron cita en este encuentro que comenzó con la visita del responsable del Mivacef, Michel Vovard, quien presentó las características y ventajas que ofrece la Plataforma. Señaló que el centro de Mugerre cuenta con tres operadores principales; Ambrogio (operador privado italiano, líder en transporte combinado de intercambio), Novatrans (operador intermodal especialista en cajas móviles y remolques) y Combitrans, dedicado al transporte convencional.
Como dato, Mochel Vovard apuntó que antes de la crisis, en 2006-2007, las operaciones ferroviarias se situaban en aproximadamente 14.000 vehículos. Hoy día, el número de vehículos transportados por la estación de la CEF es de aproximadamente 41 por día.
Por su parte, Alberto Ambrogio, director de la compañía Ambrogio, señaló que desde que se instalaron en el CEF de Mugerre, hace ya algunos años, no han tenido más que facilidades por parte del centro, así como de las instituciones y la región para poder instalarse en el mismo.
Ambrogio dispone de dos vías de 450 metros en Baiona y acaban de comprar más terreno para añadir dos o tres vías más y poder acoger así, más vagones y trenes más largos. Desde Mugerre envían cuatro trenes semanales hacia Italia, mientras que Novatrans los dirige a Alemania y otras ciudades del norte de Europa, de modo que no son competencia. La tracción ferroviaria corre a cargo de operadores subcontratados, filiales de la SNCF y de los ferrocarriles alemanes.
Desde Gipuzkoa a Milan el tren tarda unas 48 horas en llegar, muy similar al tiempo que precisa un camión. En Milan disponen de chóferes que distribuyen la mercancía puerta a puerta.