zarautz. La zarauztarra Sandra Pino, además de atender a los vecinos en su tienda Adán y Eva y culminar sus estudios de psicología, hace dos años comenzó a entrenar duro para competir en los campeonatos de body fitness del Estado. El año pasado quedó segunda en el estatal y este año fue a por todas a Punta Umbría (Huelva). Ha vuelto siendo la ganadora, "con orgullo y mucha ilusión".

¿Qué se siente al ser la mejor atleta de "body fitness" del Estado?

El ser campeona de España te da seguridad, porque te están diciendo que tienes algo que igual las demás no poseen. Aunque todavía no soy consciente de la repercusión que tiene, no me hago a la idea. Pero estoy orgullosa. ¡Hasta me han mandado una carta del Ayuntamiento para felicitarme! Me hace ilusión que la gente reconozca mi trabajo. Aunque me doy cuenta de que tú no cambias, pero la percepción que tiene la gente sobre ti sí, y se me hace muy raro, porque sigo siendo la misma Sandra de siempre. La gente que me ve competir me suele decir, "con lo pequeña que se te ve fuera, y lo que ganas cuando subes al escenario". Eso es lo que me gusta: ser arriba una cosa, y abajo seguir siendo la misma. Pero sin el apoyo de mi entrenador, mi novio Luis Pernas (culturista tres veces campeón de España) y mi familia no lo hubiese conseguido.

¿Cómo surgió la afición?

Me encantaban los cuerpos de Arnold Schwarzenegger, Jean-Claude Van Damme y Sylvester Stallone cuando veía sus películas. Siempre pensaba, "si fuera chico, me gustaría ser como ellos". Empecé a ver revistas y observé cuerpos de mujeres muy atléticos que me gustaron mucho. Pero era pequeña y nunca me había planteado dedicarme a eso. Ya con catorce años me apunté a un gimnasio pero sin que nadie me dijera cómo tenía que hacer los ejercicios. Con el tiempo, empecé a acudir a ver competiciones. Aunque no me gusta tanto cómo estamos en competición. Prefiero los cuerpos después de las pruebas, cuando las líneas no están tan marcadas. Me planteé entonces entrenar para competir, aunque tienes que enfrentarte a un mundo de hombres. Un chico del gimnasio me informó de que había un preparador en Bilbao que entrenaba a chicas fitness desde hace años. Tras ver en Donostia el cartel anunciador del campeonato que se celebra en la capital, llamé a mi preparador actual, Miguel Ángel Romero para conocerle. Así empezó todo.

¿Cómo recuerda los primeros campeonatos?

Fueron muy duros. Pensé en competir en Donostia primero, pero era un nacional y me dijeron que era mejor empezar con otra prueba. Cuando me vio Miguel me dijo que tenía buenas proporciones y me puso a prueba. Me dijo que estuviese cuatro días comiendo sólo pollo y bajé mucho peso. Fue muy duro porque estaba acostumbrada a comer de todo y además, el cerebro se alimenta de azúcar. En el momento en el que no metes azúcar, se te olvidan las cosas. Tenía que apuntármelo todo. Cuando mi preparador vio lo que tenía debajo de la grasa me dijo que había muchas posibilidades; no sólo de competir, si no de ganar el campeonato regional de Bilbao. Aunque estuve muy nerviosa y no disfruté en la prueba, logré el primer puesto. Luego acudí a La Coruña a otro campeonato pero estaba muy cansada y nerviosa y hasta me temblaba el cuerpo. Quedé segunda. Mi rival llevaba diez años entrenando. Por fin llegó el de Donostia. Pero acudieron cuatro chicas muy conocidas y quedé quinta. En este mundo la fama influye mucho, pero afecta a todo el mundo por igual, porque lo sufrimos todos. He visto a gente tirando al suelo el trofeo en una competición. Me parece una falta de respeto increíble. Creo que hay que ser más humilde.

¿Qué se debe hacer para tener un cuerpo como el suyo?

Yo siempre digo que todo es mitad y mitad: la dieta y el entrenamiento. Aunque doy mucha importancia a la dieta. Como mucha verdura, carne y batidos de proteínas. Aunque quince días antes de la competición me alimento a base de arroz y pollo. Suelen ser dietas caras y estamos intentando buscar un patrocinador sólido para el año que viene.

¿Cómo son esos meses previos a la competición?

Toda tu vida se centra en la competición. Te levantas y piensas en qué es lo que tienes que hacer durante todo el día para llegar bien dentro de tres meses. El descanso también es importante. Además, al trabajar en mi tienda, me da la oportunidad de controlar la dieta y comer cada dos horas y media e ir a entrenar al mediodía. Cuando se van acercando las fechas voy cambiando la forma de entrenar, que cada vez es más específica, y ajustando la dieta. Es duro porque a mí me encanta comer, y cuanto más variado mejor. Por eso, la dieta la sigo sólo para la competición, después como bien y equilibrado, pero sin sufrir. Para acudir al estatal he ido al gimnasio y a andar hasta Getaria todos días.

Hay gente que opina que esos cuerpos musculosos no son femeninos...

Es verdad que el músculo masculiniza, pero yo he sido coqueta siempre, y no por tener músculo voy a dejar de serlo. Hay gente que a la forma de moverse, a los bañadores o al maquillaje no le da importancia pero yo sí. Creo que una campeona debe ser femenina. El jurado valora las simetrías de tu cuerpo, la simpatía y la seguridad que transmitas.