Lo primero de todo, zorionak! ¿Esperaba ganar el concurso?
Eskerrik asko! Para ser honesta, no. Éramos 50 cocineros y había mucha competencia entre todos nosotros. Había gente realmente buena participando en el concurso. No fui con la expectativa de ganar, pensaba que podría llegar a la final, pero tanto como ganarla, no. Me presenté porque quería conocer a nueva gente y para ver dónde era capaz de llegar.
¿Cómo supo de la existencia de ‘Sukaldarien Liga’ siendo la primera edición?
La productora me llamó para informarme sobre la realización de este nuevo concurso. Me dijeron a ver si me quería apuntar. En realidad, no tenía del todo claro si apuntarme o no, pero me insistieron y decidí participar, al menos ir al casting a ver qué pasaba y cómo era. Una vez que lo superé estuve pensando mucho si participar o no porque da la casualidad de que había cogido un viaje a Croacia y coincidía con una semana de grabación del programa. Decidí ir a probar lo que era Sukaldarien Liga y, si no me gustaba o no me atraía, me podía ir y no perder el viaje. Pero fui pasando rondas, me enganché, dejé el viaje a un lado y decidí quedarme. Soy muy competitiva y creo que ha quedado reflejado.
Trabaja como jefa de partida de tradicionales en el restaurante Arzak, ¿Cómo compaginó su trabajo con el programa?
El programa se grabó en noviembre, justo cuando tenemos fiesta en el restaurante. Por lo tanto, no tuve que pedir ningún día de fiesta para asistir a las grabaciones. En el caso de no tener fiesta, creo que ni Jon Iñaki (otro concursante zumaiarra que también trabaja como jefe de partida en el restaurante Arzak) ni yo podríamos haber participado. Al final, sólo tuvimos que pedir fiesta el día de la final, que se grabó el 1 de diciembre. Al Arzak, como restaurante, también le venía bien que estuviésemos dos cocineros de ahí en el programa.
Como espectadora, ¿Qué le habría parecido el programa?
Al principio era un poco confuso, pero yo creo que para los 'frikis' de la cocina puede ser adictivo. Al menos en mi caso, yo creo que, sin participar, también lo hubiese visto entero. A una persona que no le gusta mucho la cocina quizás le habrá costado más engancharse, pero es un programa totalmente distinto a MasterChef, sólo se parece en el tema: la cocina. Al principio, era un poco más difícil de entender porque es una dinámica distinta a lo que estamos acostumbrados a ver, pero luego te ibas enganchando.
En la mitad de los programas ha ido a la ronda final, a la de eliminación. ¿Cómo se vive tanta tensión?
Sí, sí. En esas pruebas había mucha presión y mucha tensión, y yo no quería perder. Cuantos más programas pasabas, más presión se vivía en las pruebas de eliminación porque cada vez el nivel era más alto.
Se ha visto que la cocina a veces es trabajo individual y otras muchas trabajo en equipo. ¿Cómo ha llevado el trabajo en equipo?
Como se ha visto, en las pruebas de los delantales negros había que hacer un buen trabajo en equipo para ganar. Al final, con unos participantes haces mejores migas que con otros y creo que eso se ha visto reflejado en el programa. Y no sólo conmigo, todos los cocineros teníamos nuestras preferencias.
¿Volvería a concursar en otro programa de este tipo?
No. La verdad es que ha sido la primera y última vez que participo en un concurso de este tipo. Te comes mucho la cabeza. Fue un mes muy intenso. Aunque se hayan visto diez capítulos de hora y media, pasábamos mucho más tiempo todos los días. Eso supone un estrés apoteósico, ya que aparte de la tensión que hay en todo momento, las cámaras imponen mucho. Acabé las grabaciones muy cansada, agotada.
¿Qué ha aprendido?
He aprendido de mí misma, yo creo. He visto hasta dónde puedo llegar. Además, había que tener mucha imaginación porque nos pedían creatividad. Y también aprendes del resto, porque les ves trabajar y cada uno trabaja de una manera distinta. También he aprendido alguna receta que nos han hecho cocinar... y es que de alguna no tenía ni idea. Nunca las había hecho ni visto y ahora las tengo en mi memoria.
Al ganar este concurso, va a ser más conocida en el mundo gastronómico...
Sí, ganarlo me da la oportunidad de que gente de Euskal Herria me conozca, sobre todo gente del mundo culinario. Supongo que saldrán nuevas ofertas de trabajo de restaurantes buenos y con prestigio.
¿Dónde le gustaría trabajar en un futuro?
Me gustaría montar mi propio negocio y conseguir alguna estrella Michelin. Yo sería la jefa de cocina, ése sería mi trabajo ideal. Ahora mismo estoy muy feliz en el Arzak y con el puesto que tengo también, creo que no podría llegar más alto. Aunque si me llama otro restaurante con estrella Michelin para ser su jefa de cocina quizás me lo pensaría.