El documento que este jueves ha hecho público el Ayuntamiento de Tolosa, que recoge los nuevos requisitos para celebrar el Alarde de San Juan, ha provocado entre incertidumbre y expectación en otras localidades guipuzcoanas que celebran sus alardes de armas. El de la villa papelera será el primero en el calendario junto al de Legazpi, pero a lo largo del verano Irun, Antzuola y Hondarribia llevarán a cabo sus propias representaciones históricas. ¿Estarán obligadas a introducir cambios?
La bola ha empezado a rodar en público este jueves, aunque los cambios se presumían desde antes. Como explica el documento de 15 páginas que ha publicado el Ayuntamiento de Tolosa en su página web, la Subdelegación del Gobierno español en Gipuzkoa concedió permiso para realizar el Alarde de 2023, pero anticipó que exigiría cambios para 2024.
Dicho y hecho. El origen de las novedades reside en la legislación europea aprobada en 2017 tras diversos atentados terroristas. Uno de ellos, cita el mismo informe, fue el de París en 2015, cuando se emplearon para los ataques armas de fogueo que habían sido manipuladas.
Dicha ley comunitaria insta a los Estados-miembro a tomar medidas, también en lo que se refiere al uso de armas en representaciones históricas, al entender que el derecho colectivo prevalece sobre el individual del interés privado a desfilar con un arma. Estos cambios ya afectan al menos a Tolosa.
¿Qué hará falta para desfilar en Tolosa?
Las personas que quieran desfilar en cualquiera de las unidades de Tolosa en junio deberán someterse a un nuevo protocolo, que entre otras cuestiones establece que las armas deberán ser de único fin: es decir, que las escopetas del Alarde solo servirán para el Alarde, sin que se puedan utilizar ese día, por ejemplo, armas que se usen para cazar.
Además, las armas que empleen los participantes en el desfile deberán quedar registradas en la Subdelegación para el mes de mayo (bastará con hacerlo este año) y todas las personas que porten un arma deberán tener el preceptivo permiso de la compañía y la licencia de armas de la Guardia Civil. El documento del Ayuntamiento de Tolosa es taxativo en este extremo: “Quien no lo tenga no podrá desfilar”.
¿Cómo registrar el arma del Alarde?
Para participar en el desfile, todo participante en la actividad que organiza la sociedad Tolardea deberá rellenar un formulario (autorización firmada) que les enviará cada compañía. De la misma manera, para registrar el arma deberán hacerlo de la mano de las unidades.
Con esta autorización firmada, el DNI y el arma, los miembros de las distintas compañías podrán pasar por el cuartel de la Guardia Civil en Tolosa (hay turnos establecidos). En el caso de que no se registrara la escopeta, avisa el Ayuntamiento, "no se podrá utilizar ni este año ni en años posteriores. Este registro no deberá realizarse anualmente, ya que una vez realizado cada arma quedará registrada".
Permiso para celebrar el Alarde
Una vez todas las personas participantes hayan tenido opción de registrar las armas, el Ayuntamiento solicitará el 1 de junio el habitual permiso para celebrar el Alarde. Para entonces, insiste el poder local en el documento disponible en la web oficial, las armas deben estar registradas, cerradas las listas de participantes, cada escopeta con su numeración del registro en el cuartel de la Guardia Civil, determinados los recorridos y los lugares de las salvas, y contratado el seguro, incluido uno individual.
La nueva normativa, explica el Consistorio, afecta en primer lugar al Ayuntamiento, ya que debe tener su propio plan de seguridad, en el que se recojan los horarios de utilización de las armas (para las 20:30 horas no puede haber un arma en la calle), en el que se exige que haga cumplir esos horarios, los recorridos y las salvas.
Gipuzkoa, atenta a Tolosa
Cada localidad tiene su propia realidad. Mientras en sanjuanes de Legazpi y cada tercer sábado de julio en Antzuola se movilizan entre 150 y 200 personas, entre los dos desfiles de San Marcial que recorren las calles de Irun suman más de 9.000 personas; algo menos de la mitad son las que participan cada 8 de septiembre en Hondarribia.
En estas dos ciudades del País del Bidasoa los organizadores de los distintos alardes llevan años incidiendo en el uso escrupuloso de las escopetas. Así, el Alarde tradicional de Irun impulsó en 2011 el modelo Remington que se empleaba en 1871, y que recuperaron en 2004 Alberto González y a Fermín Alkain en la ciudad hondarribiarra. Las compañías de infantería cuentan con un censo de armas para tener un mayor control de las escopetas. Hasta la fecha, los organizadores del Alarde están llevando a cabo los mismos trámites de control de armas que en años anteriores, informa Ania M. Seisdedos, aunque como ocurriera con los cambios de 2023, no descartan novedades en las "próximas semanas".
En la línea de ahondar en una mayor fiscalización, el Alarde igualitario irundarra explica en su web que “ha decidido no permitir la participación de personas que porten armas de caza operativas. Ni aún siendo los propietarios y teniendo la preceptiva licencia”.
El sentido común y las medidas de la Ertzaintza también han obligado a un control de los tiros sueltos cada vez mayor, reduciendo los disparos a las autorizadas descargas en los puntos permitidos para ello.