Adif ha informado este martes del inicio de la primera fase de la transformación de la estación de Irun, lo que supone la demolición del actual edificio de Cercanías y la reorganización de las vías para distintos usos ferroviarios, pasos previos para la construcción de una nueva estación de trenes para la ciudad bidasoarra. Estas obras también provocarán cambios para los usuarios a partir del 24 de noviembre.
Además del derribo de la actual terminal de Cercanías, en esta primera fase de obras se construirán los módulos 2 y 3 del nuevo edificio de viajeros, con la entrada principal y el vestíbulo, así como un aparcamiento y la nueva estación de autobuses integrada.
La nueva estación de trenes irundarra se configurará como un puente que sobrevolará las diez vías de servicio al viajero y conectará con el extremo oeste de la ciudad a través de una plaza.
Según señala Adif, tendrá tres niveles. La planta baja, donde se instalará el acceso principal desde la calle, incluirá un vestíbulo y los núcleos de comunicación hacia el vestíbulo principal, que estará situado sobre las vías. Por ello dispondrá de ascensor y escaleras fijas y mecánicas.
La entreplanta del nuevo edificio albergará, por su parte, las oficinas de los trabajadores, mientras que la primera planta o vestíbulo principal, conectada con la planta baja a través de los elementos citados, dará acceso a la zona de embarque de los trenes, tanto de Cercanías, como los de media y larga distancia y los internacionales. Concretamente, el acceso se realizará mediante unas cajas que estarán situadas al sur que contarán con controles y servicios auxiliares para el embarque.
Esta entreplanta será el corazón de la estación, ya que además de servir para dar acceder a las vías, contará también con espacios comerciales, cafetería, servicios de asistencia al viajero, venta de billetes, etcétera.
Frente a este edificio se ubicarán los puntos de venta y atención al cliente de los operadores de autobuses y el Rent a Car, que contarán con una zona común de espera y acceso directo a la nuevas dársenas y al aparcamiento.
El techo de la estación contará con 180 paneles fotovoltaicos para captar energía solar.
Alta velocidad
Otro de los cambios que sufrirá la nueva estación será la reorganización de la playa de vías y el ensanchamiento de los andenes para permitir también el paso de trenes de larga distancia y de alta velocidad. En este sentido, los andenes entre las vías 6 a 10 pasarán a ser de ancho estándar, mientras que la vía 5 incorporará el tercer carril necesario para la circulación del TAV. "Además se ejecutarán 5 andenes adaptados a la nueva playa de vías, que permitirán un servicio especializado a Cercanías, media y larga distancia y los servicios internacionales".
Afectaciones para los usuarios
Durante las obras de esta primera fase, todos los trenes que hasta ahora circulaban por las vías 1 a 4 cambiarán de ubicación, ya que el tráfico ferroviario por estos andenes se suprimirá. En su lugar se utilizarán el andén 4 y las vías 6 y 7 para el servicio de Cercanías, un cambio que se hará efectivo a partir del viernes, día 24.
También se va a modificar el acceso de los viajeros a la estación. Ya no se hará desde la calle Estación, sino desde la plaza de Txanaleta. Asimismo, parte del aparcamiento actual quedará inutilizado porque se usarán para ubicar instalaciones auxiliares y material de obra.
Los servicios técnicos y la atención al viajero se realizarán desde el actual edificio internacional, donde se ubicarán las taquillas y las máquinas expendedores de los billetes de tren y de las compañías de autobuses que operan y estacionan en el entorno. También se va a modificar el punto donde estacionan tanto autobuses como taxis.
Segunda fase
Durante esta primera fase, todo el servicio se trasladará al edificio internacional, ya que este no será derribado hasta la segunda fase, en la que se prolongará el paso inferior y se procederá a la adaptación de las vías 3 a la 12. Además, en esta fase se ejecutará el modelo 1 del nuevo edificio de viajeros sobre los andenes 3, 4 y 5. No obstante, Adif no aporta plazos sobre la duración de cada una de las fases de construcción.
Todo el proyecto supone una inversión de 65,3 millones y, gracias a la ejecución en distintas fases, permitirá la continuidad de la circulación ferroviaria.
Integrada en la ciudad
Todo este proceso para construir una nueva estación en Irun es, en palabras de Adif, una "transformación que promoverá una movilidad sostenible y su integración urbana". Además del edificio que albergará la nueva terminal de trenes, la construcción de la plaza supondrá "el punto de conexión con la ciudad". En esta zona se situarán la parada de taxis, el aparcamiento para bicicletas y el Kiss&Ride (zona de aparcamiento rápido).
El parking para vehículos dispondrá de 150 plazas y contará con lugares destinados al aparcamiento de personas con movilidad reducida y coches eléctricos. También se ampliará el espacio para el estacionamiento de autobuses de dos a cinco dársenas y se equiparán con marquesinas.
Este proyecto, fruto del acuerdo entre Adif, la Diputación Foral de Gipuzkoa, el Ayuntamiento de Irun y Euskal Trenbide Sarea (ETS), tendrá su desarrollo con la pasarela urbana de conexión entre la plaza de la estación y el futuro espacio urbano de VíaIrun.