El Obispo de Donostia, Fernando Prado, ha pedido que, "en tiempos de aparentes bloqueos e incomprensiones, sobresalga en el horizonte el diálogo, el entendimiento, la comprensión, el pacto y el acuerdo para buscar ese bien común, que relativiza lo que nos distancia y potencia todo lo que nos une".

Según ha resaltado, ese bien común "se sobrepone a los egoísmos y posibilita, en clave de servicio, construir entre todos una sociedad mejor al servicio de nuestro pueblo, donde los más frágiles salen más protegidos y dignificados".

Prado ha presidido este martes la eucaristía que se ha celebrado en la basílica de Loiola de Azpeitia, en honor a San Ignacio, a la que ha asistido una amplia representación institucional con el Lehendakari, Iñigo Urkullu, a la cabeza.

En su homilía, el prelado donostiarra ha apelado a la "sabiduría que nos alcanza el discernimiento para tomar buenas decisiones en el camino de la vida" y ha incidido en que "las elecciones que hagas tendrán una consecuencia, para ti, para los demás y para el mundo; puedes hacer de la tierra un magnífico jardín o puedes convertirla en un desierto de muerte".

Así, se ha referido a la manera de "elegir y actuar" de San Ignacio y ha explicado que "se trata de un modo que no está basado en la visceralidad, en el primer impulso, en las filias y las fobias, en el descarte de aquello que no nos gusta, sino en el discernimiento de un bien común y superior conforme a la voluntad de Dios que pone en el centro lo más importante y nuclear". "Cuando buscamos el bien de los demás, el bien común, acertamos en la vida", ha añadido.

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Festividad de San Ignacio: visita de autoridades a Loiola Ruben Plaza

En esa línea, se ha dirigido a las autoridades presentes en el Santuario, y también a las ausentes, tanto a los que gobiernan como a los que están en la oposición, a los que ha ofrecido "una caricia" porque, según ha dicho, "ya os damos bastantes palos, y tantas veces inmerecidos".

El Obispo de Donostia les ha agradecido el testimonio que dan con su "entrega para que la vida de los demás sea mejor". "Un día, sin duda, hicisteis la noble elección de servir al bien común y queréis manteneros en ella. A veces nos olvidamos y no acertamos a agradeceros suficientemente vuestro afán y vuestro sacrificio personal, tantas veces lleno de sinsabores e incomprensiones", ha afirmado.  

Polarización

Por ello, les ha animado a "seguir por ese camino". "Vivimos tiempos de polarización y de acentuación de las diferencias, por encima de aquello que nos une. Quisiera que nos invitáramos todos a hacer un sereno ejercicio y mirar con algo más de profundidad la realidad", ha pedido.

Prado ha considerado necesario hacer también este ejercicio "desde el interior de la propia Iglesia" porque "a buen seguro descubriremos que siempre es mucho más aquello que nos une que aquello que nos separa".

El Obispo ha invitado a toda la comunidad cristiana, y también a las autoridades, a dejarse inspirar por el lema ignaciano "en todo amar y servir" y ha insistido en que "en el servicio encontramos un motivo para renovar nuestra vocación, mirando a lo fundamental".

"Al empeñarnos de verdad en el servicio, y al salir de nosotros mismos, superamos nuestras diferencias, nos olvidamos un poco de lo nuestro y de nuestras visiones de parte y posibilitamos que gane el conjunto", ha aseverado.

Por otro lado, Fernando Prado ha asegurado que en Gipuzkoa hay "grandes cosas de las que enorgullecernos como ciudadanos". "Hemos llegado a tener casi el pleno empleo y podemos enorgullecernos de grandes y novedosos proyectos, como el Basque Culinary Center, o de ser anfitriones de etapas gloriosas del Tour", ha apuntado.

Sin embargo, ha considerado que "todavía hay mucho que hacer y soñar" y ha recordado que "hay muchas personas que todavía no pueden disfrutar de ese bienestar y se ven excluidas irremediablemente". De este modo, ha llamado a ponerlas en "el horizonte principal y dejemos que en servirlas encontremos aquello que nos una más y saque lo mejor de nosotros".

"Soñemos juntos en una sociedad más y más solidaria, cuyos proyectos faciliten la vida de los más pobres y vulnerables. Cuando nos ponemos real o metafóricamente el delantal del servicio a los pobres, se difuminan las diferencias, se potencian los valores interiores personales y aparece lo mejor de cada uno. Todos salen ganando porque el servicio a los pobres condensa los sentimientos más nobles y es capaz de inspirar un ideal completo de vida", ha manifestado.