Fernando Prado Ayuso (Bilbao, 28 de agosto de 1969) se ha presentado hoy ante sus diocesanos en el Seminario de El Antiguo. Pasadas las 12.00 horas, justo después de que el Boletín de la Santa Sede publicara su nombramiento como nuevo obispo de Donostia, ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha admitido sentirse “un poco abrumado” pero también “lleno de confianza” para afrontar su nuevo cargo, que ejercerá desde el 17 de diciembre, día en el que será ordenado. Un día después oficiará su primera misa como obispo.

Prado ha estado acompañado por Francisco Pérez, administrador apostólico de la diócesis de Donostia desde que José Ignacio Munilla fuera trasladado a Orihuela-Alicante el pasado mes de febrero, y por el vicario Juan Mari Olaetxea. En su primera comparecencia pública, se ha mostrado conciliador. “Quisiera que sintierais desde el primer momento el calor y la cercanía de quien pronto va a ser vuestro nuevo hermano obispo”, ha dicho.

“El pasado 17 de octubre, el nuncio de su santidad me comunicó la decisión del Papa Francisco de nombrarme obispo de esta querida diócesis de San Sebastián”, ha empezado contando: “Tardé unas horas en contestar. Después de orar un buen rato, con no poca sensación de vértigo, pero lleno de confianza, envié la carta de aceptación al santo padre”, una respuesta en la que le indicó que le “abrumaba la inmerecida confianza” puesta en su persona “para este servicio”.

“Me siento muy limitado y pequeño ante esta importante responsabilidad que se me encomienda”, ha dicho a sus diocesanos, ante los que se ha mostrado con un talante abierto: “Toda ayuda y contrastes serán bienvenidos. Necesito a la gente y disfruto de los encuentros personales. Confío en vosotros, en vuestra oración, así como en vuestra ayuda y colaboración comprometida”.

El nuevo obispo de Donostia ha asegurado que “el Concilio Vaticano II sigue siendo hoy la brújula que nos invita a navegar en esa dirección. La Iglesia de Gipuzkoa desde hace años quiere ser una Iglesia al servicio del Evangelio”. Una declaración de intenciones y una manera también de desmarcarse de su predecesor en el cargo, Munilla, apelando a una iglesia más pegada a la realidad, donde se reconoce la mayoría de la iglesia guipuzcoana. Dijo también que llegan “tiempos llenos de exigentes desafíos para la Iglesia, de no pocas dificultades” y que su primer reto es “la transmisión de la fe, la evangelización en diálogo con la sociedad”.

Prado se licenció en Periodismo en 1993 por la UPV/EHU y en Estudios Eclesiásticos en 1998, año en el que fue destinado a la diócesis de Donostia, ha dicho que volver a Donostia supone para él “regresar” a su “primer amor”: “En esta diócesis fui ordenado y di mis primeros pasos sacerdotales hace ya más de 20 años. El Señor ha querido que vuelva al amor primero, al lugar donde comencé mi ministerio como joven misionero claretiano”. En Mariaren Bihotza, en el barrio de Gros, estuvo “con niños en catequesis y con grupos de jóvenes” .”Tengo recuerdos fantásticos”, ha asegurado. El 7 de mayo de 2000 fue ordenado sacerdote y en 2002, “después de casi cinco años en Mariaren Bihotza”, fue trasladado a Madrid, donde al año siguiente fue nombrado director de Publicaciones Claretianas.

Fernando Prado ha tenido un “recuerdo” para sus tres predecesores en el cargo de obispo de Donostia. “¿Como no recordar el largo y fecundo ministerio de monseñor José María Setién? ¿Cómo no recordar la cordial cercanía y la sabiduría creyente del monseñor Juan Mari Uriarte? ¿Cómo no valorar la elocuencia de monseñor Munilla? Muchas gracias a mis predecesores”. El vizcaino coincidió con Setién y Uriarte en su anterior estancia en Donostia.

Familia cristiana

Tras un monólogo de algo más de un cuarto de hora de duración, en el que ha alternado el castellano y el euskera (se sacó el título EGA en 1998), Prado ha contado que proviene de “una familia cristiana y sencilla”: “Tengo dos hermanos. En el colegio descubrí a los claretianos y eso despertó mi fe, en la que había ido creciendo de la mano de mi familia”.

El nuevo obispo de Donostia ha reconocido que le “falta práctica” para el cargo que va a ejercer, aunque la tiene “en otros ámbitos”. “Nunca he dejado de estar con la gente. En los últimos seis años he trabajado con los 'sintecho' en Madrid como sacerdote y voluntario”, ha indicado . También trabajó “con inmigrantes latinoamericanos” en la archidiócesis de Los Angeles (Estados Unidos), en la parroquia St. John the Baptist.

Prado ha explicado que del 6 al 11 de noviembre estará en Roma, donde se reunirá con el Papa Francisco, con quien le une una cercana y afectuosa relación -en 2018 publicó el libro ‘La fuerza de la vocación’, basado en una entrevista que mantuvo con el sumo pontífice-, para regresar después a Madrid. Vendrá a Donostia el 15 de diciembre, el 17 será ordenado y el 18 oficiará su primera misa en la catedral del Buen Pastor.

Séptimo obispo de Donostia

Prado se convierte con su nombramiento en el séptimo obispo de Donostia desde que se erigió la diócesis en diciembre de 1949. Pese a las distintas hipótesis conocidas tras el anuncio del traslado de Munilla en febrero, que llegaron a situar a un representante de la orden jesuita, ha sido la vía claretiana la que ha terminado por imponerse tras un proceso que ha durado más de ocho meses.