inalizado el proceso de selección, la banda de música de Zumarraga ya tiene nueva directora. Se trata de la vizcaina de Galdakao Ane Legarreta. El Real Madrid no ha conseguido fichar a Mbappé, pero en el caso de la banda de Zumarraga sí se puede decir que ha hecho un fichaje de campanillas. Esta joven dirige también la orquesta del conservatorio de Leioa y la banda de Getxo, la temporada que viene va a ser directora asistente en la ABAO (Asociación Bilbaina de Amigos de la Ópera) y acaba de venir de Egipto, donde ha tenido la oportunidad de dirigir la orquesta de El Cairo. También ha dirigido a la orquesta de cámara y la coral de Bilbao y la banda de Galdakao.

Legarreta inició sus estudios en la escuela de música de Galdakao y después estudió en el conservatorio de Bilbao, en el conservatorio superior de Asturias y en Musikene. El máster en dirección lo hizo en Madrid y posteriormente ha realizado varias masterclass en Francia, Suiza y Egipto.

Sus instrumentos son el piano y el arpa y se propuso ser directora tras acudir a un concierto dirigido por la alavesa Inma Shara. "Cuando finalizó el concierto, le dije a mi padre que quería conocerla. Le comenté que de mayor me gustaría ser como ella y ella me animó a intentarlo. No he tenido ocasión de volver a estar con ella, pero me gustaría poder hacerlo para agradecerle aquellas palabras".

Está entusiasmada ante la oportunidad de trabajar para la ABAO, "serán mis primeros pasos en el mundo de la ópera", pero también le hace mucha ilusión dirigir la banda de Zumarraga. "Me gusta dirigir bandas, aunque poco a poco estoy dirigiendo más orquestas. Vi algunos conciertos de la banda de Zumarraga y pensé que me gustaría trabajar con ellos. Y así es. Vamos a poner en marcha proyectos muy bonitos".

Le gusta lo que ha encontrado. "Es gente humilde y trabajadora. En mi opinión, no se le puede pedir más a una agrupación. Eso es lo que les hace buenos músicos".

Tiene claro cuáles van a ser los objetivos. "Creo que es fundamental trabajar con el resto de las asociaciones culturales de Zumarraga. También ofrecer un repertorio variado, despertar el interés de los espectadores más jóvenes y hacer un hueco en nuestro programa a las mujeres compositoras. ¡E invitar a otras mujeres directoras!", comenta.

Tiene muy claro también qué virtudes debe tener un buen director. "Trabajo, trabajo y trabajo. Confianza en una misma, carisma y empatía". Considera que cuenta con algunas de esas virtudes. "No es fácil describirse a una misma, pero valoro mucho transmitir seguridad y confianza. Me dicen que suelo conseguirlo".

Su sueño es viajar a lo largo y ancho del mundo, dirigiendo a las mejores orquestas. "En abril estuve en Egipto, dirigiendo la orquesta de El Cairo. Fue una experiencia muy enriquecedora, tanto en lo personal como en lo profesional". l