- Con el horizonte 2030, el Ayuntamiento de Bergara se ha marcado como reto reducir en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero. Ocho años de recorrido para alcanzar este propósito que se persigue a nivel europeo. Pero no es el único. A corto plazo, para 2023, el compromiso del Consistorio bergarés apunta a bajar un 10% el consumo energético, y entre un 10% y un 20% las emisiones de CO2. Las medidas que habrá que adoptar para cumplir con el objetivo de plantar cara a la emergencia climática mundial también desde el plano local se recogerán en el Plan de Energía que el Ayuntamiento ha encargado a la empresa Izadi 21, por un importe de 30.855 euros.

Este proyecto es una de las patas del Plan Estratégico Sostenible Bergara 2030 Egin Herrixa, y se apoya sobre dos líneas principales: "Adaptarse al cambio climático y mitigar sus efectos", explicó la edil de Medio Ambiente, Nagore Iñurrategi.

El plan Bergara 2030 Bizi Energia estará listo en diez meses, después de haber superado distintas fases que pondrán el foco en aquellos sectores, agentes y realidades que tienen mucho que decir ante este desafío del siglo XXI: el propio Consistorio, las viviendas, servicios, la movilidad y el transporte, los residuos, la industria, el medio natural y el urbano, las infraestructuras, la salud y protección civil.

El diagnóstico (se hará un inventario de los efectos del calentamiento global, y un estudio energético de las instalaciones municipales y tendencias históricas); definir enfoques y objetivos; el plan de acción, y la estrategia de seguimiento son las cuatro fases que marcarán la hoja de ruta para luchar contra el cambio climático desde Bergara.

"El Ayuntamiento asumirá para el año 2030 compromisos firmes en materia de cambio climático y energía, que se combinarán con un nuevo modelo de gobernanza climática", precisó el concejal Ekaitz Aranberri. En todo este proceso jugará un papel destacado la Mesa por el Clima que actuará de grupo motor para la elaboración del citado plan, pero, sobre todo, tendrá una perdurabilidad en el tiempo ya que en ella recaerá la misión de evaluar los resultados de las acciones, realizar aportaciones sobre las políticas y programas municipales, así como propuestas de mejora en materia de cambio climático y energía.

Un trabajo en el que se busca la implicación de los agentes locales y de la ciudadanía en general, a través de diferentes actos participativos. Además, para incidir en la sensibilización y la concienciación, en junio se organizará la Quincena del Clima y la Energía con un programa que incluirá un escape room para el alumnado de Secundaria, un juego cooperativo que se acercará a los centros escolares y una exposición.