El correcto mantenimiento de las calderas es fundamental para que no se produzcan escapes de gas con consecuencias fatales, como el ocurrido este miércoles en Zaldibia que se ha cobrado la vida de una joven de 25 años y su bebé de año y medio. La ley dice que es obligatorio revisarlas cada dos años, mientras que las instalaciones de gas requieren ser estudiada al menos, cada cinco años, aunque no son pocas las empresas instaladoras que ofrecen un servicio de mantenimiento anual de sus instalaciones.
Según explican a este periódico empresas autorizadas en la materia, por regla general, este tipo de revisiones requieren de tan solo una hora y su precio oscila entre los 80 y los 150 euros (si bien algunas empresas ofrecen paquetes que incluyen otros servicios además del de mantenimiento, por lo que puede variar). "Se hace una limpieza del quemador y luego, el análisis de combustión para saber a qué temperatura quema la caldera, cuánto oxígeno consume, cuánto monóxido está emitiendo€ Cuando limpias el quemador, esa cantidad de monóxido se reduce. En principio en una hora están revisadas, aunque hay calderas en las que es más sencillo soltar el quemador y otras menos", explican estas fuentes.
Actualmente, hay dos tipos de calderas de gas natural: las estancas, en las que "el oxígeno lo cogen directamente de la calle por la chimenea y lo expulsan mediante un ventilador, un tiro forzado, de nuevo a la calle"; y las atmosféricas, "en las que el quemador coge el oxígeno de la propia cocina y los gases salen por su propio peso, porque están más calientes y suben por la chimenea".
Estas últimas, cuya instalación está prohibida desde hace años, son más peligrosas. "Si los gases no suben por la chimenea porque hay una obstrucción, porque la caldera igual no está bien del todo, ese monóxido se queda en la cocina y eso es lo que hace que te duermas, la muerte dulce que le llaman", señalan.
Por ello, los expertos recomiendan realizar una revisión anual a este tipo de calderas, que tienen que convivir con la grasa que se genera en la cocina, lo que produce un mayor monóxido de carbono en la combustión del gas.
En cuanto a la vida útil de las calderas, reconocen que "es relativo", porque un buen mantenimiento puede prolongar mucho su vida. No obstante, señalan que, "a partir de los 15-20 años suelen empezar a dar problemas".