DONOSTIA- Las Juntas Generales de Gipuzkoa han dado comienzo hoy a la ponencia que revisará la normativa guipuzcoana sobre demarcaciones municipales, vigente desde 2003 y que, actualmente superada por otras regulaciones autonómicas y estatales, ha quedado orillada y no ofrece soluciones a aquellos enclaves que aspiran a obtener un mayor grado de autonomía respecto de su actual municipio; ya sea como Entidad Local Menor o como municipio, opción más compleja y que acarició en 2017 Itsaso, tras su escisión pactada de Ezkio. Actualmente, todo son impedimentos legales y trabas añadidas para estos pueblos y barrios con tradición e idiosincrasia propia.

Hoy ha sido el turno el turno de los representantes de Angiozar, una zona rural integrada en el término municipal de Bergara, situado entre la propia Bergara, Elgeta, Arrasate y la localidad vizcaína de Elorrio. En Angiozar y sus caseríos residen unas 300 personas repartidas en un núcleo principal y siete barrios que, bajo el impulso de un grupo impulsor, está intentando obtener una mayor autonomía para este enclave y convertirse en Entidad Local Menor, como ya son Ereñotzu (Hernani) desde 2010 e Itziar (Deba) desde 2015. Para ello, Angiozar necesitaría tener más de 500 habitantes. Por ello, reclama herramientas para tener "más representación y protagonismo"; que se les tenga en cuenta. Clave para mejorar sus infraestructuras y servicios.

Unai Asurmendi, portavoz de Angiozar, ha incidido en que lo importante, más allá de la fórmula jurídica de que se les dote, es que se les tenga en cuenta y se les destine su cuota en las inversiones forales y municipales. El objetivo principal, ha dicho, es parar la desplobación, ya que Angiozar, que llegó a superar los 700 habitante en 1960, "ha perdido un 60% de su población en 60 años", ha insistido. Asurmendi ha dicho que se han realizado muchos diagnósticos de la situación en los últimos años, pero que Angiozar se ha quedado paralizada. Y como ejemplo ha dicho que su calle principal no tiene acera.

Mila Elorza, alcaldesa pedánea de Angiozar, ha precisado que Angiozar ha llegado a tener hasta 250 habitantes, con solo cinco habitantes en la escuela del barrio, donde ahora hay 32. Y sin embargo, se ha logrado remontar hasta casi 300 habitantes. "Somos un barrio luchador", ha dicho. "Hemos tocado fondo y estamos subiendo, pero para seguir subiendo necesitamos algo más", ha insistido.

La ponencia se alargará durante tres meses. Igeldo, Itsaso, Itziar y Ereñotzu son buenos exponentes de esta realidad, esa diferenciación histórica o geográfica de diferentes enclaves. Reflejan un amplio abanico: el de Igeldo, un fallido intento unilateral que no contaba para su escisión sin un acuerdo con Donostia; el de Itsaso, un pueblo que pactó con Ezkio su escisión tras ser unidos por razones de racionalización de recursos durante el periodo franquista; y los de Itziar, en Deba; y Ereñotzu, en Hernani, dos casos de éxito que alcanzaron la condición de Entidad Local Menor en 2015 y 2010, respectivamente.

El caso de Itsaso es el más reciente. Llegó a figurar como el 89º municipio de Gipuzkoa en 2017, previo acuerdo con Ezkio y la propia Diputación de Gipuzkoa, que así como en Igeldo se mostró contraria, en este caso apoyó a la segregación de Ezkio-Itsaso.

Normativa restrictiva

Sin embargo, este proceso se topó con la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local de 2013, al amparo de la cual el Gobierno central no autorizó la desanexión. Según dicha ley estatal, en España no se pueden crear nuevos municipios de menos de 5.000 habitantes y además estos procesos deben realizarse con acuerdo de los municipios afectados.

Aunque Itsaso contaba a su favor con el beneplácito de las partes y el hecho de que ya fue municipio de pleno derecho antes de la anexión forzada y tras una larga batalla judicial, finalmente el Tribunal Supremo español anuló la desanexión en 2020 que ya había había aprobado la Diputación y volvió a juntar a ambos pueblos administrativamente en Ezkio-Itsaso. Desde entonces, Gipuzkoa vuelve a tener 88 municipios, el más pequeño, Orexa, de solo 123 habitantes.

Los partidos representados en la cámara guipuzcoana hablan de flexibilidad como elemento clave en esta ponencia para acordar una nueva norma foral que permita ampliar el catálogo de soluciones para distintas realidades debidamente justificiadas, y articular un debate serio y técnico, con criterios consensuados.

Representantes de Aginaga y Santu Enea, dos barrios de Usurbil, también participarán en esta ponencia, al igual que portavoces de los citados Erenotzu, Hernani, Itziar y Deba.

La ponencia también escuchará a expertos en este tipo de legislación y a miembros de la Diputación con el objetivo manifestado por los partidos de "satisfacer demandas justificadas y racionales encaminadas a mejorar la prestación de servicios a todos los ciudadanos sin perjudicar a nadie".