Aunque la escultura en recuerdo de la masonería está instalada en el parque de la Memoria de Riberas de Loiola desde hace tres años, la obra que quiere homenajear a los masones represaliados por el franquismo y, en especial, a los donostiarras de la Logia Altuna número 15, ha pasado a formar parte de los bienes del Ayuntamiento de Donostia. La Junta de Gobierno reunida este martes en el Consistorio decidió aceptar la donacion de la creación artística titulada 'Memoria de una luz: fraternidad', ofrecida por la asociación cultural Altuna Berri, que recuerda en su nombre a aquella logia cuyos miembros sufrieron penalidades en la dictadura, al igual que otros colectivos.
La obra fue realizada por el escultor José Miguel Utande, por encargo de la asociación Altuna Berri, y recrea el triángulo equilátero sobre los que descansan los postulados de la masonería liberal: libertad, igualdad y fraternidad. Desde la visión se cenital muestra el símbolo del infinito. El objetivo de la obra, según explicaron cuando se inauguró, es que el visitante haga una reflexión existencial, como el que invita a hacer la acción simbólica de la masonería.
Aunque muchos los ciudadanos lo desconocen, entre los años 1932 y 1936 funcionó en Donostia la logia masónica Altuna 15, que desapareció con la llegada de las tropas sublevadas de Franco, ya que la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo perseguía a sus integrantes, muchos de los cuales tuvieron que escapar.
Iñaki Zuloaga, de la asociación Altuna Berri, presentó en 2016 la investigación Memoria de una luz/Argi baten memoria, que da a conocer la historia de la logia Altuna nº15, con investigaciones llevadas a cabo durante quince años a raíz del hallazgo de una fotografía con miembros de la citada agrupación, sacada en 1934 en el Observatorio Meteorológico de Igeldo. Su director, Mariano Doporto, era uno de los hermanos de la logia. De él y de otros miembros de la agrupación se hace una reseña en la publicación de Zuloaga.